–¡Vamos Minjeong, que llegamos tarde! –gritó Karina arrastrando a la morena de la mano por la puerta del instituto.
–Si total, una clase más que una menos –refunfuñó Minjeong mientras seguía a la castaña, Karina la miró y la quiso rebatir.
–¿Así quieres empezar el segundo trimestre? Te noto con muy pocas ganas.
–Es que no las tengo.
Karina rió negando con la cabeza y ese gesto hizo que Minjeong sonriera. Continuaban de la mano mientras recorrían los pasillos del instituto a toda prisa. Sin darse cuenta, y al ir tan rápido, Karina tropezó haciendo que Minjeong la sujetara rápidamente y así la castaña no cayera al suelo.
Karina se agarró a sus brazos mientras que Minjeong le rodeaba la cintura con las manos, la morena no pudo evitar mirarla y le regaló una sonrisa con gesto gracioso.
–Ten más cuidado, un día de estos te matas y voy yo detrás –dijo Minjeong riendo por la casi caída de Karina.
–Tengo a la mejor amiga del mundo para que me salve –se incorporó y le dio un suave golpe en el hombro. Ambas se colocaron bien las mochilas y continuaron hasta su clase, esta vez sin correr.
Karina y Minjeong eran dos amigas muy peculiares. Digo peculiares porque las amigas no se suelen duchar juntas, no suelen dormir abrazadas sin saber el significado de espacio personal o no se suelen sentir mal porque la otra no le presta la atención suficiente. La relación de estas dos adolescentes de 17 años era especial. Todo el mundo que las conocía lo pensaba, incluso las personas que no las conocían personalmente se preguntaban si eran pareja. Era una relación de cuidado y amor mutuo, de estar la una para la otra y nunca sentirse solas, de tener a alguien a quien recurrir y saber que pase lo que pase va a ser su persona. Porque eso eran, la persona de la otra.
Minjeong estaba profundamente enamorada de Karina y hay personas que lo sabían, como por ejemplo su hermana Taeyeon o sus padres. Se lo notaron en el primer momento que Minjeong llegó a casa y su único tema de conversación era Karina. La morena nunca dejaba de hablar sobre ella, y sus padres a partir de ese momento empezaron a darse cuenta de que su hija solo tenía ojos para esa chica.
Se conocieron cuando ambas tenían 8 años. Se celebraba una fiesta con comida y bebida gratis en el centro de la ciudad, era tanto para adultos como para niños, también constaba de una pequeña zona para los más pequeños así que los padres de Minjeong decidieron ir y llevar a sus dos hijas con ellos. Taeyeon era dos años mayor que Minjeong, lo cual se entretuvo bastante jugando con sus amigos de 10 años que andaban por ahí. Minjeong, en cambio, no conocía a nadie. Para una niña de 8 años es complicado estar en una fiesta pegada a tus padres, pues la mayoría de niños de su edad también tenían sus amigos, pero Minjeong siempre fue una niña muy solitaria.
Se encontraba agarrada a la mano de su madre cuando de repente una pequeña niña, de unos dos centimetros mas bajita que ella, le tocó en el hombro.
Minjeong asustada se giró de golpe, haciendo que la castaña también saltara del susto.
–Perdón, no quería asustarte... ¿Quieres venir conmigo a comer tarta? –le sonrió inmensamente, Minjeong se sintió muy bien y le transmitió paz así que por primera vez, venciendo a su timidez, quiso aceptar.
–Si... Vale... –dijo la pequeña. Karina agarró su mano tomando de sorpresa a la morena de nuevo, pero ésta se relajó y fueron juntas hasta la mesa de la tarta.
Desde ese entonces Karina y Minjeong se volvieron inseparables. Como he dicho antes, los padres de Karina como los de Minjeong sabían que algo pasaba entre ellas. Cuando el estado de ánimo de tu hija depende de si había estado bien o mal con su amiga es cuando te das cuenta de que algo ocurre. Aun así nunca les dijeron nada ni les hicieron ninguna pregunta que pudiera resultar incómoda para Minjeong o Karina.
Como iba diciendo, Minjeong estaba enamorada de Karina y ella misma lo sabía. Al principio no quería asumirlo pues eran amigas y ella pensaba que ese sentimiento era algo normal, que le pasaba a todo el mundo. Hasta que Karina empezó a salir con Jeno, su actual novio. Cuando se enteró, el primer sentimiento que tuvo fue ganas de vomitar, que después pasó a ganas de llorar y acabó tornando a no tener ganas de nada. Ver como Karina le hablaba de él, le contaba como fue su primer beso o lo bien que la trata le hacía sentir muy mal, porque en el fondo ella quería ser Jeno y no podía. Nunca podría. Le dolía ver las muestras de afecto de ambos en los cambios de clase, ver cómo se besaban le revolvía las tripas. Además de que le aterraba tan solo pensar que Karina podría cambiarla por otra persona.
Minjeong no entendía que le estaba pasando. Imaginaba que serían celos pero ella no quería sentir celos, Karina era su amiga y no podía sentir celos. Un día por la noche abrió su portátil, entró a Google y buscó:
"cómo saber si estas enamorada".
Minjeong leyó cada palabra de los tres posts a los que entró, dándose cuenta de que los sentimientos que describían en esas páginas eran una copia exacta a los suyos por Karina. La morena cerró los ojos y colocó sus manos en la cabeza, intentando aclarar sus ideas sin dar ningún resultado. Volvió a colocar sus dedos sobre las teclas y de nuevo, escribió:
"cómo saber si estás enamorada de tu mejor amiga".
Minjeong tragó saliva y le dio a enter. Encontró una página, que más bien era un blog, donde la gente contaba sus experiencias. Se quedó anonadada cuando leyó tantos textos de personas desconocidas que se asemejaban a su caso, y ahí supo que sí, estaba enamorada de Karina y era hora de empezar a asumirlo.
Karina mientras vivía en una nube. Ella sentía que tenía todo. Tenía familia, a su hermana pequeña Woonyoung, sus dos gatitos, tenía la mejor amiga del mundo y su precioso novio. Se sentía la persona más afortunada. Y sí, pequeños lectores, Karina también estaba enamorada de Minjeong, la diferencia es que no tenía ni idea de ello. Ni siquiera pasó por su mente esa posibilidad.
Karina era una niña llena de luz y carisma, llena de diversión en su interior, que al mismo tiempo podía ser un torbellino y una máquina de matar, dependiendo del día y de si la molestaban mucho. Menos con Minjeong. Con Minjeong siempre ha sido la primera opción y eso jamás cambiará. La castaña empezó a salir con Jeno, su novio, hará unos dos meses. Ella pensaba que estaba enamorada de él y realmente lo creía, Karina pensaba que el amor era ir al cine y que te cojan de la mano por la calle, y una vez hecho eso con alguien ya estabas enamorada. Muy ingenuo para una niña de 17 años. Cuando besaba a Jeno se sentía bien, no le desagradaba y le gustaba mucho su compañía. Él la trataba como una princesa consentida y eso a ella le parecía súper romántico.
Lo que Karina no sabía es que estar enamorada no era eso, era algo distinto, como por ejemplo sentir mariposas en tu estómago cuando tus manos se rozan con las de la otra persona, querer pasar todo el tiempo con esa persona y sentir que no te cansarías nunca, que te haga reír y que mientras la mires pienses; joder, que suerte tengo. Y todo eso queridos amigos, es lo que le ocurría a Karina con Minjeong. Lo veían sus propios padres, los padres y la hermana de Minjeong, su mejor amiga Ningning y ahora, también, lo veía Minjeong. Todos menos ella, que seguía pensando que Jeno era el hombre de sus sueños.
Esta historia parte del momento en el que la adorada amiga de Karina, Minjeong, llega a su máximo nivel de aguante, y digamos que a partir de ahí todo se empieza a complicar.
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friends | winrina
RandomKarina y Minjeong son mejores amigas, pero no unas simples amigas, sino dos personas demasiado cercanas, mucho más de lo común. Karina creía que tenía la vida perfecta; la familia perfecta, el novio perfecto, la mejor amiga perfecta. Minjeong tamb...