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El tiempo no había transcurrido y seguían en aquel baño. Minjeong se encontraba sentada en el suelo del cubículo mientras que Karina estaba sentada sobre ella y le rodeaba el cuello con sus brazos.

–Me encantan tus pequitas -dijo Karina pasando su dedo por encima. Tenian los rostros muy cerca y Karina notó como la sonrisa de Minjeong empezaba a crecer.

–¿Te gustan ahora o te gustaban siempre? -cuestionó.

–Siempre. Me han parecido preciosas. Bueno, a ti te quedan genial, mírate -después de acabar la frase pellizcó ambos mofletes de la morena con sus manos, haciendo que Minjeong riera. Cuando calmó la risa, habló.

–Eres guapísima -dijo Minjeong sonriendo, haciendo que Karina la imitara devolviéndole la sonrisa.

–Ui, ¿y esto? ¿a qué viene? -Karina la miraba a los ojos mientras jugaba con un mechón de pelo que le caía por el lado derecho del rostro.

–Solo quería decírtelo, eres preciosa -sentenció Minjeong y Karina empezó a notar como un rubor le subía por todo el cuerpo hasta llegar a su cara.

–Deja de mirarme... -dijo la castaña avergonzada, se inclinó hacia delante para esconderse en el cuello de Minjeong. La morena mientras empezó a reír por la adorable reacción de su amiga, o ya no tan amiga.

–¡Karina! -dijo Minjeong intentando sacarla de su cuello.

–No, que me da vergüenza.

–Karina...Va, porfa. Mírame mi amor -Minjeong no era consciente de lo que decía, tanto que ni se dio cuenta de que la había llamado "mi amor".

Karina salió del cuello de Minjeong pero su rostro expresaba sorpresa y al mismo tiempo tenia una sonrisa radiante.

–¿Cómo me has llamado? -Karina sonreía y sus manos, sin darse cuenta, se posaron sobre las de Minjeong.

–Oh... Bueno, dije mi amor. Pero si te molesta no te lo digo más, me salió solo -dijo Minjeong carraspeando un poco.

–No, me gusta. Mi amor. Suena bien -dijo Karina haciendo una carita que expresaba ternura.

–¿Ves como eres adorable? -Minjeong le sujetó el rostro con sus dos manos acercándola a ella para fundirse en otro beso, acompañado de unos piquitos antes de separarse.

–Jamás pensé que llegaríamos a estar así -añadió Karina-, ha pasado todo tan rápido.

–Yo sí lo pensé -la castaña la miró.

–¿Sí? ¿desde cuándo?

–Desde que te vi comportarte como novia con Jeno, ahí supe que el dolor que sentía no era algo normal -dijo Minjeong con media sonrisa nostálgica y apagada.

–Hey, eso ya pasó. Ahora estoy aquí, contigo, te quiero a ti y solo a ti, ¿me oyes? -Karina pasó su mano por la mejilla de Minjeong, acercando su frente a la de la morena y uniéndolas.

–No voy a dejar jamás que nadie te haga daño y mucho menos idiotas como Jeno. No te mereces eso -Minjeong tenía sus ojos cerrados mientras pronunciaba esas palabras.

– Me merezco a alguien como tú -añadió Karina haciendo que Minjeong abriera sus ojos para mirarla y darle una sonrisa.

–A mí ya me tienes, Karina. Siempre me has tenido.

La castaña sonrió ruborizada y habló.

–¿Qué somos?

Minjeong esbozó una sonrisa y pasó su mano por el cabello de la castaña, llegando hasta su oreja y pasando un mechón de pelo por detrás de ella.

friends | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora