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Cada segundo que pasaba Karina se daba más cuenta de que no podía sacar a la morena de sus pensamientos. Llegaba a casa pensando en ella, comía pensando en ella, hacía la tarea pensando en ella y por supuesto, se iba a dormir pensando en ella. Minjeong se había quedado a vivir en la mente de la castaña y ésta última no tenía ninguna intención de cambiar eso. Después de su ataque de celos en clase y que Minjeong la tranquilizara, cosa que agradeció, se fue a casa. Al día siguiente tenía clase y coincidía con Minjeong en 3 de ellas lo cual la hacía estar bastante contenta. Esta vez sí pudo sentarse al lado de su amiga ya que Giselle no había venido, intentó pensar que no era una escusa, que si hubiese ido a clase Minjeong se habría sentado a su lado igualmente, pero dejó de pensar y prefirió dejarse llevar.

Pasaron las tres horas picándose y haciendo tonterías. El profesor les llamó la atención dos veces, ésta última casi acaba en expulsión de clase, pero gracias a Dios no fue así.

–¡Minjeong! Shhhh para, el profesor nos va a echar -dijo Karina intentando apartar la mano de Minjeong, que se encontraba en su barriga. Intentaba meterla dentro de su camiseta, Minjeong tenía las manos frías y quería que Karina lo notara para asustarla.

–Pero mira que frías están Karina -continuó intentando meter sus manos dentro de su camiseta, ya que Karina se las había sacado. Las dos estaban riéndose en voz baja, pero Minjeong consiguió tocar su barriga con las manos frías y ésto provocó que la castaña soltara un pequeño grito.

–¡Bueno, ya basta! Salid fuera de la clase -espetó seriamente el profesor mirando a ambas. Minjeong y Karina se soltaron e incorporaron en su asiento del susto. Minjeong no quería que echaran a Karina por su culpa.

–Lo siento, ha sido culpa mía -Minjeong bajó su cabeza mirando al suelo- no la eches a ella de clase. Yo la estaba molestando, échame a mí.

La valentía de Minjeong hizo que el profesor rodara los ojos y suspirara, él tan solo quería continuar su clase y la espera ya estaba comenzando a ser larga.

–Anda, sentaos, pero no habléis más u os iréis fuera las dos. Me da igual quién haya empezado -dijo el profesor un poco cansado con el tema y ambas niñas asintieron frenéticamente.

Al acabar las tres horas primeras de clase llegó el recreo. Minjeong, Karina, Haechan y Shotaro se encontraban en los bancos del patio. Estaban conversando sobre si los aliens eran reales o no. Shotaro estaba convencido de que sí, que pronto invadirían el planeta ya que hay muchos famosos illuminatis en la tierra, y nos tienen a su poder. Una movida, básicamente. En medio de esa conversación, por la puerta del instituto, apareció Giselle. Fue corriendo hasta Minjeong para darle un cálido abrazo, al fin y al cabo era su única amiga en el instituto y congeniaron muy bien. Quizá fue un poco exagerado pero Minjeong no le dio importancia.

Haechan, Shotaro y Karina miraban la escena un tanto atónitos pues no sabían quién era la peliazul excepto la castaña, que la miraba con rabia y sus celos comenzaban a crecer de nuevo.

–Perdón por ser tan intensa, me ponía un poco nerviosa entrar en el recreo y no ver ninguna cara conocida. Te he visto y me he venido arriba -dijo Giselle mirando a Minjeong, ignorando que habían tres personas más en esa conversación.

–No te preocupes, te entiendo. Yo también lo habría hecho -dijo Minjeong haciendo que ambas rieran.

''Yo también lo habría hecho'' ¿en serio Minjeong? ¿de verdad?, pensaba la castaña mientras veía la escena.

Se hizo el silencio así que Minjeong pensó que sería buena idea presentarle a sus amigos, incluida Karina. Algo de ella tembló porque creía que se avecinaba tormenta. La última discusión que tuvieron fue por culpa de Giselle, aunque sea de manera indirecta.

friends | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora