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Minjeong se encontraba de camino a clase, estaba un poco agobiada por la conversación que tuvo hace unos minutos con Karina pero en el fondo supo que era lo mejor para ambas. Ella amaba a Karina con toda su alma, tanto que no dejaría que desapareciera de su vida. No lo permitiría. Pero después de que aclararan las cosas, también sintió pena, pues notó que la mínima posibilidad que habia de que fuera recíproco se esfumó. Supongo que era hora de seguir adelante y curar su corazón roto.

Entró por la puerta de clase y se sentó en la penúltima mesa. Al lado de su asiento había otro que estaba libre, supongo que esperaba que Karina llegara pronto para sentarse ahí pero tardó mas de lo que esperaba. De repente una chica que no había visto jamás se acercó y le hizo una pregunta.

–¡Hola! ¿Puedo sentarme? -dijo la chica con una sonrisa, Minjeong se limitó a asentir. La chica era muy guapa, tenía el pelo azul y su sonrisa era radiante. La chica se sentó en la silla que se encontraba al lado de Minjeong.

–¿Cómo te llamas? Yo soy Giselle -dijo la peliazul mirando a Minjeong mientras le extendía la mano y ésta última se la correspondía.

–Yo Minjeong, encantada -sonrió y continuó-. ¿Eres nueva? Nunca te había visto en esta clase.

–Sí, soy nueva. Bueno, estudié aquí hace un par de años y me conozco el centro pero tuve que irme a Tokio por mis padres, y pues ahora he vuelto a casa -concluyó sonriendo.

–¿Tokio? ¡Qué guay! Siempre he querido viajar a allí -añadió Minjeong. Giselle le transmitía confianza, era de estas tipicas chicas que hace que te sientas acogida rápidamente. Quizá podría encontrar una amiga nueva en ella.

–¿Sí? Pues yo soy una guía turística maravillosa -Giselle rió y Minjeong sonrió ante su comentario-. Solía viajar bastante hasta hace poco que mi padre quiso llevarme de viaje pero cuando se enteró de que tenía novia lo canceló. Un poco triste, la verdad.

–Vaya... Lo siento -dijo Minjeong un poco apenada.

–Tranquila, si ya lo hemos dejado -concluyó Giselle haciendo que ambas enpezaran a reír-. ¿Mejor, sabes? No era mi tipo de chica. Por cierto, he visto antes a una chica que me ha parecido preciosa pero no sé quién es.

–¿Ah, sí? ¿Cómo era? Lo mismo la conozco -dijo Minjeong un poco curiosa, al fin y al cabo llevaba aquí toda su vida y se sabía las caras de memoria.

–Pues era pelirroja con el pelo lacio, creo que también tenía un pendiente de cadena en forma de cruz en cada oreja. Era adorable.

Minjeong frunció el ceño pensando, hasta que le vino una persona a la cabeza y puso cara de sorprendida y al mismo tiempo emocionada.

–Dime que llevaba una camiseta blanca ancha con un dibujo negro de un dragón -le dijo a Giselle mientras se giraba un poco para mirarla mejor.

–Sí, creo que sí. ¿La conoces? -preguntó Giselle haciendo que Minjeong se exaltara emocionada.

–Pues es tu día de suerte porque es mi amiga y esta soltera.

–¡No puede ser! ¿De verdad? ¿Me la vas a presentar? -Giselle estaba emocionada, tanto que le transmitió la emoción a Minjeong y ambas comenzaron a reír muy exaltadas.

–Por supuesto. Se llama Ningning -le dijo Minjeong, Giselle hizo el amago de suspirar enamorada y volvieron a reír con ese acto.

De repente, Minjeong notó como una mirada estaba clavada en ella. Cuando se giró a mirar al frente pudo ver a una Karina totalmente enfurecida, se notaba por su mirada que echaba fuego y sus puños cerrados. Al hacer contacto visual Karina se apartó y se sentó en una mesa de delante, Minjeong supo que la había cagado un poco al dejar que otra persona se sentara en su sitio, pero no para que se pusiera así, que por poco la mataba.

friends | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora