Un amor de ida y vuelta

26. Retirar un poco de culpa

No sé en que momento la música de fondo había cambiado de The Vamps, la cuál era nuestra habitual banda sonora, a Doja Cat que era una de esas artistas que le gustaban bastante a Zac. No es que me supiese muchas canciones más allá de las que se habían viralizado, pero podía reconocer ese estilo de voz y sonido. Mis dedos tamborileaban en mi pierna al ritmo de la música, no sabía el título, era la primera vez que la oía pero me gustaba. Mi mirada se mantenía distraída por la ventanilla en el habitual camino que ya conocía, apenas nos quedaban unos minutos para que la casa de los Twist apareciese frente a nosotros separándonos una vez más como cada día, aunque esta vez no nos veríamos al día siguiente ya que hoy era viernes, lo que significaba que hoy había sido la última clase de la semana.

- ¿Qué, ya te has aclarado sobre el tema? - me pregunta Zac echándome una mirada rápida sonriéndome.

Arrugo la frente sin comprender muy bien sus palabras manteniendo la mirada en él, no tardo mucho más en saber que pregunta sobre lo que Miley me contó en la cafetería. Le dije a Zac que necesitaba tiempo para asentar todo para que no me presionase para que yo le contase que era lo que había pasado. Al día siguiente ya había pensado todo, pero no la manera de decirle que conocía su historia con Haley, más bien que conocía a Haley y que podía contar conmigo para los días grises donde le pudiese el peso de su pérdida. Tenía muchas cosas que decirle, pero no sabía como hacerlo así que lo he ido alargando hasta ahora mismo donde creo que he agotado el plazo. Suspiro bajando la vista a mis pies los cuales muevo jugueteando en el suelo del coche.

-Bueno, si en verdad ya estaba aclarada al día siguiente, pero no sabía como abordar el tema contigo- me sincero encogiéndome de hombros al devolver la mirada hacia el.

Me mira alzando sus cejas sorprendido, porque claro que lo tenía que estar, toda una semana dando largas y ahora resulta que solo me falta comunicación con él. El premio a la mejor novia lo tenía yo desde luego. No solo por todo ello, por haberle hecho creer eso cuando en verdad era otra cosa, sino porque la única cosa que mi mente estuvo pensando realmente todo este tiempo fue como abordar la conversación con otra persona, otro chico completamente diferente a él. Rubio, ojos verdosos, un tatuaje en el cuello y una sonrisa que me había estado volviendo loca sin saberlo o quererlo saber mejor dicho.

-Entonces, ¿se puede saber qué es lo que hablasteis en la cafetería? La verdad que me he puesto en lo peor, bueno, eso al principio, pero luego al ver que seguías queriendo salir conmigo, ser mi novia digo- aclara mirándome más tiempo del que debería-, entendía que debía ser otra cosa, pero le he dado tantas vueltas de porqué yo no podía saberlo que me he vuelto quizás algo loco.

Su risa nerviosa me hace sentirme más calmada, continua conduciendo mientras con una mano se rasca la nuca y ahí es cuando veo lo guapo que está conduciendo. Puede que me hubiese fijado antes en ello, o que algo de cuenta me hubiese dado, pero realmente su perfil inocente, con los rizos cayendo por su frente alborotados y esa sonrisa nerviosa... ¡oh dios mío me gusta Zac! Pero,  ¿puedo estar enamorada de dos chicos a la vez? Miro al frente esquivando las privilegiadas vistas que me da mi novio ahora mismo para plantearme otra pregunta, ¿acaso es que estoy enamorada de uno de ellos y el otro simplemente es atracción? ¿Es eso posible? Porque es la única respuesta que encuentro a todo el lío que tengo en la cabeza.

- ¿Evi? ¿Sigues aquí conmigo o te has perdido en algún viaje astral? - bromea posando su mano en mi muslo para llamar mi atención.

-Si, si, es que he tenido una pequeña ida y venida a otro lado, perdona- río quitándole importancia.

- Tranquila, tranquila monada.

Me guiña un ojo con la sonrisa ladeada que me hace poner los ojos en blanco golpeando la mano que aún continua en mi muslo. A veces se me olvida que también es un poco estúpido.