Reconocí esa sensación, el dolor de los huesos rotos, la sangre quiso salir disparada de mi boca y a si fue, hilos de sangre salían de mi boca. Antes de caer en la inconsciencia pude observar a quien me ataco me lleve una sorpresa, una vampireza rubia de ojos rojos y delineados, abrazaba con fuerza a mi compañero de aventuras temporal. No pude decir más pues el dolor punzante mi hizo caer en la inconsciencia.
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Solté un gemido bajo, trataba de moverme pero el dolor era muy fuerte. De un momento a otro alguien me abrazo, un olor masculino que reconocería mi alma más, no mi mente, invadió mis fosas nasales. Una sensación de familiaridad infinita pero sin saber quién o qué eran. ¿Quien me abraza? Yo lo abrace y me escondí en el pecho de esa persona que reconocí fue un hombre por ese pecho firme y esa tableta de chocolates que estaba bajo mi tacto.
Me acurrucó contra él y escucho un ronroneo que me hizo sonreír.
_Lindo gatito._ susurré antes se volver a dormir.
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_¿Me llamo gatito?_ pregunto sorprendido Caius mientras abrazaba con cuidado aquella dulce mujer que se acurrucaba en su pecho.
_Su alma te reconoce pero ella no, su lazo se volvió un poco más grueso pero no más._ Comento Marcus quien observaba la cabellera castaña corta y alisada con anheló. La carita de su compañera se escondía en el pecho de su hermano de alma Caius.
_Jane ¿Recibió su castigo?_ pregunto con enojo el rubio mientras acariciaba con dulzura a la humana en sus brazos.
_Algo así, la pequeña Jane es compañera de alma del joven vampiro que acompañaba a nuestra compañera._ comento Marcus suspirando.
_Eso no le da derecho a atacar a nuestra compañera, su reina._ Gruño mientras acariciaba lo más suavemente a mi humana, su piel era tierna y suave como la de un bebé, mi fuerza bestial podría matarla por accidente.
_Ella, ni nosotros, sabíamos que era nuestra compañera, y fue su instinto quien la forzó a separar los. Te aseguro que abríamos reaccionado igual._ Comento con aquella calma infinita Marcus, el hombre que ya hace siglos era como una piedra, sin ganas de vivir, aburrido de existir, pero sin atreverse a morir.
_Hum... Es muy delicada, abra que transformarla pronto._ Comenté mientras apretaba un poco su mano, notando cómo rápidamente está se tornaba roja ante la presión.
_Ay..._ Se quejo mi compañera mientras movía su mano atrapada en la mía. De un momento a otro chispas salieron de sus manos y me dieron una fuerte descarga eléctrica.
_¡Carajo!_ grite soltando y alejándome de mi compañera tan veloz como mi velocidad vampirica me dejó.
De repente la habitación se llenó de una risa estruendosa, para nada armoniosa pero que para nosotros fue como un canto maravilloso. Su risa era como el de una bruja o foca con epilepsia, pero aún sonaba maravilloso.
_¿Asustado? Caius..._ hablo aquella voz femenina que se escuchaba ronca y seca para nada agradable.
_ Toma un poco de agua querida._ Marcus fue veloz sirviendo agua con una temperatura ni muy fría, ni caliente, tal vez, temperatura ambiente. Extendió su mano con el vaso de cristal lleno de aquel fluido vital para los seres vivos comunes.
_cof gracias..._ Agradeció la pequeña humana mientras tomaba tragos de agua con desespero como si estuviera deshidratada.
_Cuidado..._ Pidió el castaño amablemente mientras rellenaba su vaso. Caius se limito a observar todo con un profundo resentimiento, observó la interacción con anheló y celos, luego miro sus propias manos, aún temblaban por la descarga eléctrica.
Espera ¿Descarga eléctrica?
_¿Cómo me diste esa descarga eléctrica?_ pregunté conmocionado, todo equipamiento que ella tuviera fue retirado por mi, la dejé con solo ropa común, pues hasta revise su lencería para evitar que nos atacará... He de decir que tiene un cuerpo hermoso, pero odio que halla ensuciado su piel con tinta, luego haré una investigación para ver si se puede quitar y regresar a su estado natural.
_Obviamente con mi poder. _Comento con burla mientras dejaba el vaso de agua aún lado._ Entonces ¿Quién me explica por qué estoy aquí? Y ¿Cuál es su intención?
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Dulce Reina (Reyes vulturi)
FanficEra amiga de Bella, pero ella me traicionó. Ella jamás fue buena, y su deseo de ser el centro de atención llegó muy lejos. Mi nombre es Ailén Nikol Estrada para el mundo, y soy una cazadora de bestias sobrenaturales. Todo iba bien... Era la mejor...