𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚, 𝙚́𝙡; 𝘫𝘢𝘬𝘦 𝘸𝘩𝘦𝘦𝘭𝘦𝘳－#𝟭

✨🪐☁️- 24. 𝗛𝗮𝗯𝗲𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗱𝗼 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗻𝘁𝗶𝗴𝗼, 𝗲𝗻 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗱𝗼

Empezaba a dudar sobre si debería buscar o no a Jake, al fin y al cabo, podría pedirle perdón mañana. Pero no, no podía, debía ir a donde fuera que estuviera el chico y hablar con él.

Papá y Liz estaban en el salón, viendo la televisión. Quizá podía salir por la puerta principal sin que nadie lo notara y ya explicaría todo al volver...

Le pegué un puñetazo a la pared de mi habitación ante la impotencia, pude sentir una lagrima caer por mi mejilla por el simple hecho de pensar que no podría hablar con el rizado, solo de pensar que podría perderle.

...

-Y hablé con Junior y no sabe dónde está, necesito que me ayudes.—Ahora estaba en casa de Lexy, porque mi único recurso ante la duda de donde se encontraba Jake, era ella.

-Lo haría Beth, pero todavía no le he puesto un localizado a Jake.—La chica me miraba incriminatoriamente, y lo peor de todo era que tenía razón, Jake estaba enfadado conmigo y totalmente imposible de localizar, pues le llamábamos y nos enviaba al buzón de voz.

Le di varios golpes a mi cabeza con el mármol de la encimera de Lexy, a ver si me venían las ideas, pero fue en vano, sentía que cada vez estaba más atrapada en esta situación, en todas las situaciones, el muñeco poseído, las múltiples muertes, mis problemas familiares, y cuando por fin hay alguien que me hace olvidar todo eso aun que sea por unos segundos, lo arruino todo y acabo alejando a esa persona.

-Beth, tengo la sensación de que así no vas a conseguir nada...—La chica estaba sorprendida ante mi reacción de golpearme, lo cual hizo ver.

-Sí, consigo desquitarme...—

-¿Qué intentas, que te llegue la sangre al cerebro?—La rubia bromeó.

-Sí... ¿crees que funcione?—

-Oh, cariño, eres de cerebro simple, y darte golpes contra la encimera de mi cocina no va a solucionar nada, eres un caso perdido.—La falsa preocupación de Lexy y su broma hicieron que me riera por un momento.

-Un caso perdido...—

Ambas reímos hasta que para nuestra sorpresa, el timbre de la casa de los Cross pudo escucharse, miré a Lexy confundida, preguntándole con mi mirada si ella esperaba a alguien, pero su rostro, también confundido, me dio a entender que no.

-Enseguida vuelvo, prepara un cuchillo por si acaso.—Incluso si era una broma, hice caso a la chica y fui hacia el cajón y agarré un cuchillo carnicero, sin embargo, lo solté de nuevo en su sitio al ver a mi amiga entrar a la cocina con él tan esperado Jake Wheeler.

...

-Dijimos que habíamos...—Jake interrumpió a la chica.

-Sí, nosotros terminamos, nosotros nos rendimos, pero Chucky no lo hizo.—Jake había aparecido con un nuevo muñeco y con una mochila enorme, no quise mencionar nada, pero en parte no pude evitarlo.

-¿Por qué lo trajiste?—El chico cogió al muñeco y lo golpeó contra la encimera.

-Vaya, Ellie, como tú cabeza.—La rubia señaló al muñeco, Jake no entendió pero yo si lo hice, y la miré con desagrado mientras ella se reía de lo que había hecho minutos antes de llegar el chico.

-Está limpio, es solo un muñeco normal.—Ahora soltó la gran mochila que llevaba con él, de nuevo no quise cuestionar nada, no estaba en posición después de lo que le había dicho a Jake en mi casa, pero Lexy si lo hizo.

-¿Vas a algún sitio?—

-Iba, ya no.—Jake planeaba irse, escaparse. Sentí una punzada en el pecho al saber esto, el simple pensamiento de que fuera culpa mía me rondaba la mente, llegué a marearme y sentir náuseas, pero se pasaron cuando la rubia volvió a hablar.

-¿Tienes acaso idea de lo egoísta que es eso? Dejar a tu familia atrás como si no nos diéramos cuenta...—

-¿Qué familia?—Esta vez quise responder yo.

-Lexy, Devon...—Hice una dolorosa pausa.—Quizá, si sigues considerándome como tal... yo. La familia que elegiste, la familia que te eligió a ti, Jake.—Las lágrimas amenazaban con salir de mi, y solo Dios sabe como logré contenerme para acercarme al chico y agarrar su rostro.—Y siento mucho todo lo que dije e hice, solo espero que puedas perdonarme porque realmente no hay ninguna justificación, te traté mal sin merecértelo, estaba demasiado mal, sentía demasiada presión y eras quien había cerca en ese momento, no pienso nada de lo que dije, y agradezco mucho estar saliendo contigo...—Me di cuenta de lo que había dicho y aparte mis manos de su cara.—Bueno, haber estado saliendo contigo, en pasado... supongo...—

-Estar saliendo conmigo...—El chico me agarró las manos para volver a ponerlas sobre sus mejillas, y luego acercarse a mí para posar sobre mis labios un dulce beso.

Diría que fue la experiencia más romántica que había vivido hasta ahora, pero fue interrumpida por mi amiga rubia que tosió falsamente, sin querer fingirlo.

-Lo dicho, todos te queremos Jake.—Me miró.—Algunos más que otros, claramente.—El chico y yo reímos ante su comentario.

-Y... lo importante... ¿donde encontraste eso?—Señalé el muñeco pelirrojo que había sobre la encimera, el que Jake había traído.

-Uhm... Un tipo en la estación de autobuses...—Jake nos contó dónde y cómo había obtenido al muñeco, un repartidor tenía la orden de llevarlo hacia una dirección de aquí, de Hackensack.

...

-La antigua casa de Charles Lee Ray...—Y, en efecto, esa dirección llevaba a la antigua casa del hombre que había poseído al muñeco, y Devon Evans estaba allí. No teníamos ni idea de que íbamos a hacer ahora, pero la imagen del muñeco que estaba aún en la cocina se nos vino a la mente. Fue desagradable la sorpresa que nos llevamos al divisar que el muñeco no se encontraba ahí.

Veíamos una sombra tras una cortina blanca, que a los pocos segundos fue rajada con un cuchillo dejando ver a un horrible enano pelirrojo.

-¡Aquí está Chucky!—Ahora los tres temíamos por nuestra vida, antes de que una bala atravesara la cabeza del muñeco, haciéndola explotar en su totalidad, una imagen algo desagradable, a decir verdad, me aferré al brazo de Jake por el miedo.

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