Después de salir de su oficina, Mitsuha se quedó sentada varios minutos en la banca con el teléfono en la mano, sin decidirse a hacer la llamada. Al final tomó el papel, marcó el número y lo guardó de vuelta con cuidado en su bolso.
Si tenía que saber qué ocurría entre ella y él, tenía que saberlo hoy. Respiró profundo e inició la llamada.
Sintió como su cuerpo comenzaba a sudar, a pesar de que la brisa fresca del atardecer de comienzos de abril corría a su alrededor.
La línea llamaba y llamaba, sin responder. Estaba a punto de arrepentirse de haber hecho la llamada y cortar cuando, del otro lado de la línea, contestaron con un dubitativo "¿Hola?". Sí, esa era la voz de Taki.
Por un par de segundos ella no pudo sacar su propia voz.
—... ¿Taki?... Soy Mitsuha, nos conocimos esta mañana... Perdona, no quería molestarte, pero necesito hablar contigo... si pudiera ser hoy... Eh, sí, ahora estaría bien ¿Conoces en Shinjuku...?
Al terminar la llamada se sintió aliviada, más liviana ¡Dijo que vendría! Cerró los ojos y puso su teléfono contra su pecho. Tenía que ser hoy. No podría dormir hoy sin saber la verdad, sin entender qué estaba pasando, y quién era ese chico.
Los siguientes minutos se le hicieron eternos. Se paró y se sentó de la banca una y otra vez.
En su nerviosismo miró hacia el edificio donde trabajaba, y vio que Noriko estaba observándola desde su oficina del cuarto piso, y la saludó con la mano. Sabía que ella era protectora como una madre con ella. Había sido así desde que la conoció apenas habían llegado a Tokio, y que a ratos la trataba como si fuera su propia hija. Pero tuvo un mal presentimiento.
§
Noriko había tenido un día intranquilo.
Durante el día intentó estar cerca de Mitsuha para ver que todo estuviera en orden, pero sintió que, aunque la chica se esforzaba por parecer tranquila, seguía sin estar bien. Ese hombre, quien sea que fuera, la estaba afectando para mal. No sabía quién era ese hombre, o qué intenciones había tenido con Mitsuha, pero al ver como ella había llegado, temía lo peor. Verla así de nerviosa la hacía revivir los recuerdos y emociones del incidente que vivió con su hija. Por eso prefirió dejar que Mitsuha volviera temprano a casa ese día. Eso le ayudaría a Mitsuha a recuperarse y volver a la normalidad, pensó.
El sol del atardecer estaba comenzando a inundar su oficina. Noriko se paró a cerrar las cortinas. Desde el ventanal de cristal miró hacia la calle y se sorprendió al ver que Mitsuha aún estaba afuera del edificio, sentada en una banca. Le pareció extraño; se imaginaba que a esa hora ella ya estaría camino a su casa. Se dio cuenta que Mitsuha la vio también. La saludó con la mano, y volvió a su sillón.
Continuó trabajando por varios minutos en el correo electrónico que estaba respondiendo con los detalles para la reunión que tendría temprano en la mañana del sábado con la filial de Norteamérica. Cuando lo terminó, presionó el botón de enviar con alivio.
Se reclinó en su sillón y giró hacia la ventana. La luz de la tarde iluminaba los árboles del parque. De pronto recordó a Mitsuha ¿se habría ido ya? Se puso de pie y se acercó de nuevo a la ventana, abriendo la cortina. Para su sorpresa, Mitsuha seguía aún ahí.
Noriko entonces pensó que algo andaba mal. Se dio cuenta que Mitsuha parecía estar nerviosa. Se paraba y sentaba de la banca en la que estaba, una y otra vez ¿Qué le estaba pasando? De pronto, recordó que ella viajaba en tren. Si no lo había hecho todavía ¿sería porque que tenía miedo de volver a la estación? ¿Temía volver a encontrarse de nuevo con ese tipo de la mañana?
ESTÁS LEYENDO
Kimi no Na wa. Reencuentro con el futuro.
FanfictionAfter story: Taki y Mitsuha se reencuentran en abril de 2022 sin saber quién es el otro. Se enfrentarán al desafío de recuperar sus recuerdos perdidos y profundizarán tratando de comprender a qué se han enfrentado y por qué. Descubrirán que sus recu...