Te Encontré En El Momento Menos Indicado

Capitulo: XIV

—Muchas gracias por la oportunidad dada, aprendí mucho aqui, pero lamentó decirle que renuncio, desde hoy ya no seré mas su secretaria... —
 
Aquella sonrisa, fastidiaba al azabache, Emma había renunciado hacia ya dos horas y aun así aunque el azabache estaba en una reunión este se sentía enojado. Esa mujer se veia que había renunciado a la fuerza, su rostro lo decía, aquella sonrisa falsa era simple de deducir.

—¡Oye Ray!—  el llamado de alguien hizo que levante su vista encontrándose con su amigo con un rostro preocupado —¿Te sientes bien? — cuestionó al dejar una carpeta en la mesa

—Si, descuida Don. — contesto al salir de sus pensamientos, cuando vio el rostro de desconfianza del moreno

—¿Seguro? Estuviste desconcentrado en la reunión — aseguro este al verlo.

El azabache suspiro —Dije que no te preocupes, ¿Como sigue los papeleos para los nuevos empleados? —cuestiono al tomar la carpeta y leerla por encima

—Hubo muchos ingresos en todo este semestre gracias al plan de Emma que creo y...

—Recuerda buscar un nuevo secretario —hablo al cerrar la carpeta de golpe sorprendiendo al moreno

—¿Y... Emma?...

—Renuncio hoy temprano, no dio justificado alguno ante su renuncia, solo agradeció por el tiempo que estuvo aqui. — aseguro al suspirar una vez mas aun mas pesado

Don se dio cuenta del estrés de su amigo haciendo que solo suspire —Ray... Sabes quería dejarlo para mas adelante pero creó que debo de darte la noticia ahora... Hemos decidido con mi esposa que tu seas el padrino de mi hija...

Ray lo miro con duda ante aquel rostro tan de felicidad; su amigo estaba sonriendo con felicidad ante la sonrisa segura de él —Esta bien. —aseguro con un rostro neutro al levantarse de su asiento y irse de la sala dejando solo a Don

—¿Eso es todo...? —hablo en voz alta al no creerse lo que acababa de ver —¿No le sorprende eso? —él movió su cabeza hacia un lado

El rostro de Ray no cambiaba, sin expresión, todos sus compañeros lo miraban y tan solo apartaban su vista e intentaba no ver a aquel azabache.

Ray había llegado a su oficina, viendo el papeleo armado que llego temprano a su oficina. Él abrió una carpeta y noto la letra diferente que estaba en lápiz.

—Maldicion Emma... —murmuro al llevarse una mano, golpeándose la cabeza, estaban bien hecho esos papeles, y hasta había dejado ciertas ayudas para hacerlos
Ray tan sólo suspiro negando con su cabeza intentando sacar aquellos pensamientos de la chica cuando estaban hablando "—No quiero que te ilusiones pero no quiero nada contigo —" Esas palabras sonaron nuevamente en su cabeza haciendo que cierre su mano y la apriete con enojo, al recordar que tan solo aquellos ojos verdes traían decepción y mentiras, su voz no sonaba convincente, y su manera de decir las cosas como su cuerpo expresaba tan solo era incómodo.
El golpeteo de la puerta sonó haciendo que Ray vuelva en si, saliendo de sus pensamientos e incorporándose mejor en la silla.

—Puede pasar — ante lo dicho la puerta se abrió dejando ver aquella sonrisa tan resplandeciente

Esta persona de finos cabellos blancos se había adentrado a la oficina de Ray, viendo el rostro de pocos amigos que tenia, esos ojos azules se había dado cuenta del papeleo que tenia haciendo que sacara una risa graciosa de su rostro —¡Hermanito! —Este abrió sus brazos hacia los lados como símbolo de querer abrazarlo pero solo noto la seriedad del mayor