Capitulo XVIII: Discusión.

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Debido a que Angel y Jorge habian llegado juntos Dannery no tuvo otra opción que dejar que regresará con ellos, de camino de regreso solo habia un silencio incómodo para todos, Jorge solo veia en el retrovisor a quienes sabia habian nacido para estar juntos dividos en el asiento por una maleta puesta al medio por la bailarina.

Angel no sabia que decir, en dos años habia logrado romper algo que tenian desde niños, y no queria perderla como hace un año. Ella por su parte tenia el corazón entre el dolor y la necesidad de arreglar todo, tenia la misma preocupación que él.

Dado que habian planeado una fiesta de bienvenida Jorge condujo hasta casa de Eduardo y Salomé, donde todos los cercanos los esperaban.

- Podemos hablar Danny, dijo angel
- No quiero. Respondio ella.
- Ellos veran la incómodidad de ambos, prefiero charlar antes que entremos.
- Me adelantaré. Dijo Jorge. Los espero adentro.
- Lo siento no debi faltar lo sé.
- Me dejaste sola.
- No fue asi, lo sabes nunca te dejaria sola.
- Así me sentí cuando me cai al final de la rutina, sentí tu ausencia y cai.
- Danny.
- Deja de llamarme asi.
- ¿Porqué?
- No tienes derecho.
- No te deje porque quisiera, es que KD, estaba llorando...
- Me dejaste, dijo interrumpiendo, por ella, por esa chica.
- Danny...
- Ya deja de llamarme asi.
- Es mi amiga...
- Y yo tú novia.
- Sabes que eres mas que mi novia.
- Y aun así, ella tuvo prioridad.
- No es asi.
- ¡Ya dejame por favor, no te quiero cerca!
- ¿Porqué? ¿Porque ayude a una amiga?, no parecio molestarte cuando a ti, mi amiga de la infancia, por defenderte y liberarte del problema en que te metio ese idiota, yo sacrifique mi futuro en la música.

Mientras decia eso, extendió sus manos, mostrando sus marcas. Desde la venta todos los veían, escuchaban. Salomé tenia el corazón en la mano le trajo muchos recuerdos de su juventud.

- Me vas a hechar en cara eso "amigo".
- No hago eso.
- Eso parece.
- Danny... ¡Dannery! Grito con todas sus fuerzas.
- No Angel no quiero hacer esto ahora.

Ella seco sus lágrimas y entro en la casa, todos la recibieron, Angel dio media vuelta y se fue, pese a ser su casa el prefirio irse.

- Ire por él. Dijo Salomé.
- Yo te acompaño.
- Esta bien mamá.
- Yo me quedo acá. Dijo Eduardo.

Ambas salieron en búsqueda de Angel.

La bailarina 2, dibujando el baile perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora