La bailarina 2, dibujando el baile perfecto.

Capítulo XXIII: La Música

En el estudio todo parece ir de maravilla con los ensayos y grabaciones de los sencillos de Angel, también en los conciertos donde el abría para Keren. Pero en el fondo la música sonaba distinto en el corazón del joven chico, mientras practicaba la joven Estrella lo noto en las notas emanadas de su guitarra.

- Angel, Hola.
- Hola KD.
- Se oye triste esa guitarra.
- Lo esta... dijo mientras agachaba la mirada.
- Es por tu novia la bailarina.
- Ya no es mi novia.
- ¿Termino contigo?
- No fui yo, nuestros caminos ya no son afines, la lastime y no quiero volver a hacerlo.
- Angel, todo resultara bien, además no creo que para ti sea difícil que alguien muera por ti.
- Puede tengas razón...
- Pero?... Se anticipa la chica.
- ... pero lo complejo es dejar de amarla.
- Ánimos niño, eres un angel, debes volar y hacer feliz al mundo con tu luz.

La chica le tendió la mano, el la tomo y ella lo puso de pie le dio un abrazo, el correspondió y su mente se fragmento, ella le dio un beso en la mejilla y se despidió de él, él solo se quedo de pie pensando en todo y en nada al mismo tiempo.

- ¿Le pasa algo a Angel, Keren?
- Descuide señor, el es profesional, termino con su novia, pero estará bien, quizá ayude a sacar mas aun ese talento que él tiene.
- Si tu lo dices.
- Confie en mi señor Salazar.

Angel tomo su guitarra y empezó tocando acordes, todo parecía un caos de notas y acordes, pero poco a poco todo iba tomando un sentido, de pronto letras fueron tomando su mente, lagrimas rozaban sus mejillas.

Las vibraciones eran fuertes a lo lejos todos veían al chico y escuchaban lo que salia de la sala, a él poco le importaba el mundo, gritaba y anotaba en su libreta. Era un momento de esos donde nacía su arte.

La música sonaba estaba listo y tenia al fin el gran sencillo, corrió a las oficinas del jefe y le mostró lo que compuso en cuestión de horas, el señor Salazar aplaudió de pie, mientras daba por terminado el contenido del disco.

Esa noche el chico ya en casa fue afinando los últimos detalles de la canción, en el cuaderno donde escribió todo solo se podía divisar el titulo, "La Bailarina". Al acabar dejo la guitarra en su lugar y sin cambiarse de ropa se tiro a su cama y después de ver el techo unos minutos y soltar muchas lágrimas durmió para acabar así su día y afrontar lo siguiente.