La bailarina 2, dibujando el baile perfecto.

Capítulo XX: Caminos.

Una semana después de los eventos de la fiesta, ambos en sus respectivos  campos, de parte de Dannery, empezarían las presentaciones con su compañía de ballet, además de varios ensayos para las competencias de salsa.

Mientras tanto en la disquera se preparan las canciones y se hacen las preparaciones para la gira de Angel. Ninguno de los dos habian cruzado palabras entre si, era completa incertidumbre lo que pasaria.

Son las 7 de la noche, Angel va de camino a casa en un taxi, cuando su telefono suena.

- Aló Danny.
+ Debemos hablar.

Una media hora después estaba en casa de Dannery.

- Señor, buena noche.
- Pasa Angel, esta en su habitación.

Subio las escaleras, se paro justo frente a la puerta, suspiro, le tomo varios segundo decidir su siguiente paso, cerro los ojos, y toco la puerta.

- Danny, soy yo Angel.
- Pasa.
- Con permiso.
- Siéntate.

Tomo asiento en la cama  justo de frente a ella, en los ojos de ambos se notaba tristeza, un poco de incertidumbre y dolor.

- Angel, debemos hablar de que pasará.
- Claro, te escucho.
- Quiero saber que piensas tú.
- No lo sé, no quiero perderte.

Un silenció invadió todo el lugar.

- Danny, has sido mi mejor amiga desde que tengo memoria, has estado conmigo, y para mi.

Ella baja la cabeza mientras sale una lagrima de su mejilla.

- Las cosas que han pasado en los últimos años ha sido algo complicado y puso nuestra amistad aprueba, a tal punto de darnos cuenta de que nos amamos.

Él se puso de pie, y le dio la espalda, mientras lagrimas mojaban los ojos del joven chico. Ella aclaro su voz.

- Yo te amo Angel. ¿Tú aun me amas?

Un nuevo silenció lleno el lugar, hasta que él rompió el silencio.

- Danny, yo te amo...

Ella levantó la cabeza, y dirigió su mirada hacia él, mientras el empuñaba sus manos.

- Por eso esto, Danny es tan difícil, debemos terminar todo acá.

Ella se puso de pie junto a él, lo tomo de la mano y lo hizo voltear, ambos quedaron de frente, ambos se quedaron viendo fijamente, cada uno se reflejaba en los ojos del otro, en ese momento las lágrimas de ambos corrían.

- Debe cada quien seguir su camino.
- Eso es lo que sientes en realidad.
- Es lo que menos daño te causara.
- Porque piensas eso.
- Porque sé que sin mi triunfarás.
- Angel, dime eso quieres.
- Si.

Él la abrazo muy fuerte, ella lloro, ambos se tomaron de las manos y no dejaban de llorar, no habían mas palabras solo eran ellos, él la vio y varios minutos después se despido con un beso en la mejilla y se fue.