«¡Maldita sea, maldita sea!»
Un chico de cabellera marrón no paraba de correr a una gran velocidad, aprovechando lo más posible los rincones y franjas de oscuridad que pudiera encontrar, le resultaba una ventaja las decoraciones navideñas de la ciudad, la gente estaba más concentrada en contemplarlas que en su alrededor. Para los humanos, pasaría detectado como una sombra breve en el rabillo de sus ojos, una olvidable y continuarían con su rutina.
De todos modos, él seguía apresurado, percibiendo los latidos erráticos de su corazón resonando en sus tímpanos; tanto por el agotamiento y la irremediable transformación que sufría a cada segundo, sus uñas creciendo y los colmillos brotando,
Navidad... Hajime agradecía haber celebrado esa fecha con calma junto con sus amigos. Por desgracia, su cumpleaños no pasaría por la misma suerte. La noche decidió otorga una luna llena y él... Como hombre lobo, no era capaz de resistirlo.Afortunadamente, llegó al bosque cerca de la ciudad para refugiarse y al fin logró suspirar con alivio cuando reposó su espalda en el tronco de un árbol, deslizando el dorso de su mano sobre la frente, limpiando el sudor. Tomándose un par de minutos para recuperarse, agarró su celular para comunicarse con Fuyuhiko, teniendo cuidado de escribir de forma adecuada por más que sus uñas puntiagudas se lo impidieran.
"Lo siento, surgió algo repentino y no podré ir, nos vemos luego."
Hinata envió el mensaje chasqueando la lengua, frustrado. Al menos Gundam le echaría una mano al saber de su ausencia, él era el único que conocía sobre su maldición y le trataba de ayudar a encontrar una cura, el castaño sin querer soltó un leve rugido al recordar la noche en la que conoció a esa bruja de cabellera rubia y uñas carmesí.
Carajo, él sabía que en el mundo existía toda clase de personas y era inevitable encontrarse con seres desagradables, pero nunca pensó que habrá individuos que disfrutarán de provocar y presenciar miseria.
Definitivamente, si sus caminos se volvían a enlazar, le desgarraría esa sonrisa burlona y rebosante de maldad que le mostró al despedirse de él en compañía de un zarandeo de mano juguetón.... Cómo si no le hubiera arrebatado la humanidad y Hinata se tratase de un vagabundo al que ella le dio un par de monedas para endulzar su día.
«Urgh.»
De verdad, la golpearía y sería su turno para sonreír.
Pero por ahora, no podía hacer nada, más que sólo esperar a que el sol saliera y su cuerpo regresa a tener rasgos completamente humanos. Entonces, comenzó a adentrarse más en el follaje y en la oscuridad que otorgaba; sus ojos de lobo le facilitaban el avance y evitar zonas peligrosas; un humano ya habría obtenido un par de huesos rotos. Hinata alzó la mirada en dirección al cielo, y sus pupilas se estrecharon:
La luna era especial.
Siempre había comprendido eso, tanto por sus efectos en el planeta y simbología en la poesía y literatura, pero ahora lo vivía. La luna lo atraía, de verdad le obsequiaba paz y disfrutaba contemplarla. Al parecer, las películas y mangas sobre hombres lobos no mentían, aquello también le hacía preguntarse de cuánta gente esa mujer rubia había maldecido en contra de su voluntad.
Sacudió la cabeza, seguir pensando en ella solo lo ponía de mal humor y ya era suficiente pasar toda la noche en un bosque en lugar de con sus amigos, continuó caminando hasta encontrar un sitio... "ideal". ¿Pasar su cumpleaños en una oscura, fría y posiblemente apestosa cueva? Hajime encogió los hombros, no tenía otras alternativas. Entró al lugar sólo para encontrarse con compañía.
Ahí estaba un joven.
Dormido, pero presente, acostado en el suelo de forma... Elegante, a juego con sus rasgos finos, su cabello era idéntico a las nubes de primavera y su piel palida, demasiado pálida, al punto que era alarmante. Hinata tragó saliva, preocupado. ¡Encontrarse con un cadáver en una cueva por la noche era algo que definitivamente no quería sufrir! En caso de notar que seguía con vida, se encargaría de llevarlo a las afueras del bosque, cerca de algún hospital.
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Hope and Dreams.
FanfictionHinata no es perfecto, Komaeda tampoco, pero lo son para el otro. Hay gente que se cae a pedazos, pero ellos caen en su amor, esperanzas y sueños. Los dos son chicos con miseria en sus existencias, pero totalmente felices juntos y con un brillante f...