Omegacember 2021

Nudo

  No se había embarazado.

  Ni la primera vez, ni la segunda, ni cuando lo hicieron en su celo. Harry perdió la cuenta de cuántas veces iban ya. Aunque, viendo las pruebas de embarazo negativas en su baño, podía decir con seguridad que llevaban más de dieciséis intentos.

-¿León? ¿Todo bien? -El omega tenía treinta minutos encerrado en el baño, sentado en el piso con la espalda contra la puerta. La última prueba de la docena que compró en su mano. Una línea solitaria saludándolo.

  Secó la lágrima que escapó de su ojo con la manga de su camisa y su puso de pie. Su reflejo en el espejo no hacía más que burlarse. Recordándole todas las veces que estuvo en ese mismo baño, rogando que la prueba saliera negativa, porque no estaba listo.

Salió de allí intentando poner una sonrisa optimista, no quería que Draco perdiera la fe en él. Podía darle un hijo, estaba seguro, solo... Solo necesitaba seguir intentado.

-Negativo.

-Harry...

-Pero esta bien, solo estoy calentando, la próxima...

-Harry.

-¡Basta! No quiero oírlo, no quiero escucharte consolándome y recordándome el fracaso que soy.

-No vas a decir esas cosas de ti en mí presencia, Harry Potter. No eres ningún fracaso. Esto... -Le quitó con delicadeza la prueba que aferraba a su mano- No define quién eres. Y sí, lo seguiremos intentando todas las veces que quieras. Pero solo si me prometes que no te culparás si no lo logramos.

-Cuatro meses. Ciento veinte días, follando como si fuéramos conejos, y aún así, no consigo concebir. ¿Cómo quieres que no me culpe?.

-Merlin, Harry -El alfa lo envolvió  en sus brazos al ver que las lágrimas se deslizaban por sus mejillas nuevamente- No lo es, no es tu culpa, león. Todo está bien contigo.

  Todo estaba bien consigo. Harry repetía una y otra vez esa frase en su cabeza, haciendo lo imposible por convencerse de que así era.

Sin embargo, los negativos fueron pegándole cada vez más fuerte. Hasta que sencillamente desistió. Dejó de tener ánimos para el sexo, se ocupaba en cualquier cosa que distrajera su mente, y se ahogaba en trabajo.

  Draco, preocupado profundamente por la situación, fue a hablar con Hermione, quien trabajaba en San Mungo. La omega castaña le dió una poción, recriminándolo a él y a Harry por no haber ido con ella antes.

  El rubio no quería ilusionar a Harry, por si salía negativo igualmente. Así que optó por la opción más segura. Preparó una cena en casa, la comida favorita del chico. Sirvió vino y derramó la poción en su copa cuando se distrajo.

  El humor del omega no estaba al cien, pero era muchísimo mejor y más alegre que en los días anteriores en los que ni salía de su habitación. Algo era algo, se dijo a sí mismo Draco.

  ¿Cómo convencerlo de tener sexo? No se lo dificultó tanto como pensaba, entre el vino, el ambiente relajado y las bromas, encontró en momento perfecto para acercarse precavidamente a su omega.

  Este no rechazó el contacto, es más, lo profundizó.

  Esa noche Harry la gozó como nunca. Sin siquiera pensar en la idea de quedar embarazado. Totalmente feliz de el simple hecho de tener a Draco con él. De saber que lo amaba a pesar de haberle fallado.

  Cuando el nudo se hinchó en su interior, no pudo evitar soltar un par de lágrimas por lo bien que se sentía. Casi olvidaba cómo era estar tan lleno y realizado.

  Cómo se disfrutaba el sexo al hacerlo sin la ansiedad de lograr un objetivo, aparte de el de gozar, claro está.

  Pasaron diez minutos y el nudo seguía ahí, tan grande como si se acabara de formar. Harry decidió dejarse caer dormido, derribado por el peso del estrés de los últimos meses. Que Draco se encargará de salir al estar listo.

  El alfa así lo hizo, se quedó en la calidez del interior del omega por unos minutos después de que el nudo cediera. Rezándole a Merlin porque cada gota de esperma llegará a donde tenía que llegar.

  Dos semanas después fue recompensado por los gritos eufóricos de Harry, quien luego de correr al baño a vomitar, abrió una prueba de embarazo que "Misteriosamente" apareció en la caja que ya daba por vacía.

-¿Todo bien? -Repitió el rubio la pregunta que hizo por última vez hace dos meses.

-¡DOS RAYAS! ¡ESTOY EMBARAZADO! ¡SEREMOS PADRES! ¡LO HICIMOS! -Harry se arrojó a su cuello, colgándose de allí, Draco lo levantó y el rodeó su cintura con sus piernas.

-Lo hiciste. Lo lograste, León.