Cachorros

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-Muy bien, bienvenido a tu nueva casa James -Draco abrió la puerta para dejarle el paso libre a Harry, quien venía con los brazos ocupados por el pequeño bulto que era su cachorro- Al fin, no puedo creer que me retuvieran dos días en San Mungo, moría por volver a casa.

-Tenían que asegurarse de que estuvieras totalmente recuperado antes de darte el alta -El alfa sacó la bolsa del bebé y la de Harry de su bolsillo y la devolvió a su tamaño normal.

-Lo sé, pero eso no quita que haya sido un fastidio -El omega meció al niño en sus brazos de forma protectora- ¿Verdad que fue un fastidio James? Sí, sí lo fue.

James soltó una casi imperceptible risita por las muecas que le hacía su padre, acompañadas con cosquillitas en la barriga.

-¡Draco! Su primera risa ¿La escuchaste? -Harry estaba que daba brincos en su lugar, debido a la emoción- Tiene dos días y ya está riendo. Pero que niño tan listo, va a ser muy inteligente y adorable ¿Cierto Dragón?.

-Claro que si, será igual a su padre.

-Oh, graci...

-Sí, es que soy grandioso, es obvio que mi hijo será perfecto -Le dió un guiño a Harry cuando esté rodó los ojos por su arrogancia- Esta bien, está bien. Tú tampoco estás tan mal...

-Basta... Sigo sensible por las hormonas -El omega siguió su camino sin prestarle más atención a su esposo, aún totalmente perdido en cada movimiento que hiciera su hijo, por más pequeño que fuera.

-¿Me dejarás cargarlo? Solo lo sostuve una vez antes de que me lo arrebataras -Un puchero se formó en los labios de Draco y Harry rió. Le dejo un beso en la comisura de la boca y se alejó por las escaleras.

-Solo si admites que James es perfecto gracias a mi -Le condicionó con una mirada burlona. Sin embargo, Draco lo sorprendió al devolverle una más dulce y tierna, de esas que casi nunca se apreciaban a simple vista en su rostro.

-No tienes que amenazarme para que admita la realidad, león. Es el niño más precioso del mundo, y es idéntico a ti. Solo tienes que mirar sus ojos, es como verte en ellos -No había terminado de hablar cuando Harry ya tenía la cara mojada por lágrimas traviesas que decidieron buscar su camino a la libertad- Wow, en serio sigues con las hormonas alborotadas.

-No son las hormonas. Solo... Solo es uno de esos momentos en los que recuerdo que tu fachada de imbécil es solo eso... Una fachada, en realidad si tienes corazón.

  Ahora era el turno de Draco de rodar los ojos. Se miraron por unos segundo y luego Harry extendió sus brazos para que tomara a James de ellos.

  El rubio lo sostuvo en sus manos como si fuera de cristal, con evidente torpeza por lo raro que le resultaba la situación.

-¿Donde pongo la cabeza? -El omega sonrió y lo ayudó a acomodar correctamente el diminuto cuerpo para que estuviera cómodo.

-Mi alfa cargando a mi cachorro. Oficialmente la imagen de ti durmiendo a sido sustituida como mi favorita por esta nueva.

-¿Era tu imagen favorita? ¿Por qué no lo supe antes?.

-No tienes que saberlo todo. Tu ego ya está lo suficientemente alto.

  Ambos rieron y caminaron lento hasta la recientemente terminada habitación de bebé.

  Esta tenía paredes con líneas verde manzana y blanco. Estrellas que brillaban en la oscuridad pegadas al techo. Un par de estanterías con variados libros de cuentos y juguetes que sus amigos les obsequiaron durante todo el embarazo.

  Pero la pieza central era la cuna. Una reliquia Malfoy que había pasado de generación en generación por años en su familia. Harry la odio apenas la vió, así que, se encargo de reconstruirla. Alteró algunos de los detalles de madera, y mando a remplazar el negro con el clásico caoba. A Draco le gustó como quedó, y él estuvo satisfecho con su trabajo.

  Ahora, dejando a James en medio de la cuna, se daban cuenta de que acertaron totalmente en la habitación. Era hermosa, y James le daba el toque para volverla perfecta.

  El pelinegro giró a mirar a su esposo cuando escuchó los leves sollozos que intentaba retener.

-¿Estás bien, Dragón?.

-Sí... Es que todo es increíble. Y estoy jodidamente enamorado y agradecido porque hicieras esto. No sabía lo mucho que quería ser padre hasta que te vi cargarlo -Apretó a Harry en sus brazos y besó su frente- Cada día te amo más.

-Ay, Dragón. Yo también te amo muchísimo. Y amo a James, y él nos ama. Seremos una gran familia.

Omegacember 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora