Capítulo 73: Post - combate

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Podemos ver como el peliverde estaba llegando a las ruinas de aquel castillo en el cual estaban viviendo mientras que cada uno estaba herido mentalmente y físicamente. "Po-Por lo menos ya estamos a salvo, ¿No es así?", preguntó el peliverde mientras que volteaba a ver a sus amigos, quienes estaban con una mirada decaída por todo lo que habían visto...

"Vamos...ya pasó todo...pueden estar tranquilos", dijo Izuku mientras que abría la puerta del lugar, notando como Redbone pasaba por su lado. Eso consternó al muchacho quien trataba de analizar todo eso, notando como de la espalda del sirviente bajaba su esposa quien tenía una sonrisa y le agradecía al stand por llevarla y traerla...

"¿Qué?, ¿Qué pasó?, ¿Porqué bajas de la espalda de Redbone?", preguntó el jefe un poco consternado por ver eso, solo para notar como su esposa lo miraba seriamente. La mujer se acercó hasta donde estaban ellos, pero unos pasos rápidos y cortos a la vez se escucharon, cosa que al interrumpió, ya que volteó para ver quien era quien venía...

En eso notaron como Eri llegaba para luego empezar a golpear en las piernas de Izuku con todas sus fuerzas, pese a que sus golpes no dolían. "¡Me dejaron aquí!, ¡No me dejaron ayudar!", reclamaba la niña mientras que seguía golpeando a las piernas del peliverde quien la veía con una mirada de aburrimiento, estaba algo adolorido por la pelea...

La niña dejó de golpear al momento de notar que el peliverde no tenía una mano, que Momo tenía el brazo roto, que Bakugo estaba sangrando de todo el cuerpo, Shoto tenía toda la pierna destrozada y que Ibara estaba sangrando de la boca

"Cúralos, por favor", dijo Izuku para luego notar como Eri asentía con la cabeza para sacar el estoque de su stand y empezar a rebobinar todas las partes heridas del equipo. Al tener su mano de regreso, eso hizo que el muchacho diera un suspiro de tranquilidad, pero eso se iría al momento de recibir una bofetada de Fuyumi...

El joven se tocó la mejilla en donde había recibido el golpe para ver a su esposa quien se veía bastante molesta por lo que pasó. "Eres un bastardo...", dijo la mujer, pero antes de que pudiera darle otra bofetada al chico, este previó el golpe viendo al futuro, por lo que la tomó de las manos, sin aplicar mucha fuerza para no lastimarla...

Izuku: Maldición, ¿Porqué haces esto?

Fuyumi: ¡Me drogaste con las esporas de esa planta!, ¡Pudo haberle afectado a mi hijo!, ¡Es es lo primero! ¡Luego que no me dejaste ir y me dejaste aquí como una imbécil con mis ganas de ayudarlos en esa misión a la cual fueron!

Izuku: Si ibas, ponías tu vida en riesgo...no podía permitirme que mi hijo no nato muriese en un mal movimiento o un mal golpe que recibas y tengas un aborto forzado...¡Me preocupaba por ti!

Fuyumi: Tsk...yo puedo cuidarme sola y a mi hijo, de lo contrario...no habría podido concretar la misión que tú y los demás no pudieron...

Al momento de decir eso, la muchacha con algo de fuerza se soltaría del agarre de Izuku el cual se había quedado levemente sorprendido por escuchar eso. "¿Qué?", dijo anonadado por eso, para luego notar como su esposa se sacudía un poco las manos para luego notar como el chico ahora la tomaba de los hombros y tenía una mirada de preocupación...

"¿Q-Qué hiciste qué?", preguntó el joven temblando un poco y aumentando la fuerza de su agarre, no le hizo doler, pero en el toque de sus manos y agarre, se podía sentir la evidente preocupación de su marido, pero la verdad, para ella no era algo de lo que se debería preocupar uno, ella se sentía feliz, aunque, un poco mal por el chico que se veía paranoico

Fuyumi: Solo fui a completar lo que ustedes no pudieron y lo logré...tsk, ¿Porqué desde el principio no usaste el corte de tiempo, ibas por su espalda y los matabas de un golpe?

Izuku: Mis Diavólicas raícesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora