Marvel Oneshots ♡ Omegacember 2021

IronStrange ♡ Supresor

Stephen Strange y Anthony Stark debido a los acuerdos familiares estaban destinados a ser un matrimonio; La estabilidad de las naciones y sus acuerdos para el desarrollo de tecnología y artes místicas de la mano, serían el futuro de la humanidad, recaía en un acuerdo de paz uniendo a los primogénitos de ambas familias reales.

Anthony y Stephen solo se llevaban algunos de años de diferencia, pero ambos solo eran unos adolescentes de 13 y 16 años respectivamente cuando el acuerdo se formalizó...

Ninguno de los dos podía negarse, recién el mundo había sobrevivido a la Gran Guerra, y así era la vida de los chicos pudientes, su libertad de elección quedaba muy por debajo del bienestar de sus naciones.

Como promesa de matrimonio y fe en la unión de los jóvenes, Tony fue enviado a Inglaterra para vivir con su prometido, aunque no se casarían hasta que el menor cumpliera los 19 años y tuviese su primer celo.

Desde ese entonces hasta ahora, habían pasado cinco años y Anthony había crecido como un precioso omega, con los mejores modales, una educación académica envidiable, diestro en idiomas, ciencias y política y además dotado de una belleza indescriptible.

Muchos de los visitantes extranjeros se habían atrevido a pedir su mano en matrimonio al pensar que era el hijo menor de los Strange, pero la sortija de compromiso con un hermoso diamante verde que el omega portaba terminaba por avergonzar a sus pretendientes.

Stephen solia ser bastante indiferente con el tema, era consciente de su compromiso pero no tenía interés en Stark, y no le preocupaba que alguien quisiera quitárselo, al final estaban unidos por algo más importante, el deber; jamás había sentido celos o inseguridad.

El omega tenía días que echaba de menos su hogar, extrañaba a su familia, pero bastaba con ver a Stephen para calmar la tristeza de su corazón, y muy distinto al alfa, él si estaba enamorado de su prometido; su razón de ser perfecto y el omega ideal era Strange, quería ser alguien digno y demostrarle que le eligiría incluso sin la decisión de sus padres.

Pero los meses pasaron y ese momento que tanto esperaba el omega se volvía cada vez más distante pese a la cercanía de la boda, pues Stephen parecía tener nulo interés en él; cada vez estaba más tiempo lejos del palacio en reuniones o meditando, y Tony había detectado el aroma de otros omegas sobre él...

¿A qué clase de lugares iba realmente su prometido?... Esa pregunta le martirizaba cada vez que se encontraban en la puerta del palacio cuando debía darle la bienvenida o cuando rara vez compartian la cena en familia, apestaba a perfumes baratos, esencias que rayaban en lo corriente pero jamás era la misma.
El omega odiaba poder percibir el aroma de su alfa ensuciado por el intento de marca de otros omegas de baja cuna.

Anthony había comenzado a apagarse, su felicidad y sus intentos por ser buen prometido parecían no valer nada... Quizás era hora de resignarse y admitir que Strange solo estaba con él por obligación, tal vez... Era buen momento para quitarse de encima toda la presión de ser perfecto.

Al final, no importaba el comportamiento de ninguno de los dos, siempre serían pareja, era su obligación.

La idealización del joven Anthony sobre su futuro esposo y matrimonio se empezaba a desmoronar, muy probablemente cuando tuviese su primer celo y revelación de su aroma... Le golpearía la realidad de que ellos dos no eran destinados.

Quizás la madre Strange le había mentido con aquella historia sobre el vínculo del destino o Stephen ya había encontrado a su alma gemela y por eso tenía tanto tiempo siendo indiferente.
La preocupada mente del omega le perturbaba el sueño constantemente.

A dos meses de la boda, la familia Stark arribó a Inglaterra para presenciar la boda, iban para ayudar con los preparativos.
Anthony tuvo un poco de felicidad al tener a su madre y hermana mayor en el palacio de los Strange, totalmente animadas y quitándole de encima el peso de hacer una ceremonia perfecta.
Incluso su padre se había tomado el tiempo de tener algunas reuniones de té con él, llevarle de compras, y recordarle lo hermoso y valioso que era para su familia, cuanto le habían extrañado pues solo habían podido verlo cuatro o cinco veces y por muy pocos días durante esos 6 años...
Howard lamentaba haberse perdido de muchas etapas, pero apenas contrajeran matrimonio irían a pasar una temporada en América.