Capítulo 6

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Laura se quedó viendo como estaba Oliver detrás mía. No me lo podía creer, me había escuchado. Pero siendo honesta, podía estar hablando de cualquier persona, no necesariamente de él.

Me di la vuelta y ahí estaba él; un chico alto, de 1 metro 90, músculos claramente sacados de días y días en el gimnasio, sus ojos eran marrones pero podían distinguirse muchas motas verdes y su cabello cortado al estilo Moicano de color rubio. Al girarme no pude evitar mantener el contacto visual con él, quién solo se limitó a sonreír, pero de verdad, tenía la sonrisa más bonita que jamás hubiese visto.

Volví a mirar a Laura, la cogí del brazo y me dirigí a la otra punta de la tienda, aquella en la que habían cajas con polvos de cereales de bebés y cremas de aloe vera.

-Tierra trágame.-Le dije a Laura con las manos puesta en cara para intentar ocultar mis mejillas rojas.- Seguro que sabe que estábamos hablando de él, ¿has visto cómo me ha mirado?

-No seas exagerada, podríamos hablar perfectamente de cualquier otro chico de los 30 mil que viven en esta ciudad.- Intentaba consolarme pero era en vano.

-Mira ayúdame a buscar las mascarillas para María y vámonos ya de aquí.

Nos pusimos a mirar la estanterías de mascarillas, me encantaban, además por 10 euros podías coger muchísimas y sin gastarte tanto dinero.

-Que sepas que no te quita el ojo de encima, y pueden ser por dos cosas, porque le parezcas monísima o porque crea que vas a robar algo, y no tenemos pinta de delincuentes así que...- Decía Laura mientras miraba una mascarilla de carbón.

Ella tenía razón, Oliver no me quitaba el ojo de encima, pero me dediqué a coger 6 mascarillas que más me gustaron, un cacao e irme a la cola.

Pagamos y nos fuimos de allí. La cola de espera fue de lo más incómoda, él no paraba de mirarme, pero es que yo a él tampoco.

Salimos por la puerta de la tienda, pasando por su lado cuando de repente, EMPEZÓ A SONAR LA ALARMA. Noté como Oliver me cogía del brazo.

-Señorita, debe acompañarme.- Dijo aún sujetándome del brazo.

Miré a Laura, luego a Oliver:

-¿Ella...?.- Pregunté para saber si ella también debía venir.

-No, solo usted, por favor, vamos.- Decía con el rostro bastante serio, tanto que daba miedo.

Le seguí hasta un cuartito que había al fondo del todo de la tienda, me señaló que debía sentarme en una silla.

-Por favor necesito que abra la bolsa y me muestre el ticket para comprobar que todo está en orden.- Dijo el mientras se sentaba al otro lado de la mesa.

Resoplé pero quería irme en cuanto antes, abrí la bolsa y saqué el ticket que ya había metido en el monedero. Revisó mi compra y dijo:

-Parece que todo está en orden, pero necesito sus datos por si a lo largo del día vemos que falta algo.

-¿Estás de broma? Osea que si alguien roba algo me vais a culpar a mi, eso no es justo.-Dije mientras me levantaba de la silla con intención de marcharme.

-Así es el protocolo, solo necesito su nombre y su número de teléfono.- Dijo, de nuevo, con esa sonrisa tan atractiva.

Cogí un boli que había sobre la mesa y sin sentarme escribí en un pequeño folio en forma de cuadrado: Rebeca  Monter, teléfono: 17136789 

-¿Contento?.- Dije con la sonrisa más irónica del mundo.

-Mucho, que tenga un buen día señorita Monter. -Dijo acompañado de un guiño.

Salí de la tienda y ahí estaba Laura esperándome, con una bolsa en la mano y el móvil en el otro, seguro que estaría viendo las nuevas prendas del Shein para añadir en su carrito con otras 200 cosas que nunca se compraría.

-¿Ya estás aquí?, que rápido.- Dijo guardando su móvil en el bolsillo.

-Claro que ha sido rápido, no he robado nada. Vámonos ya anda, es tarde y tengo que envolver todo esto antes de que María llegue a casa.- Dije caminando hacía las escaleras mecánicas.


Llegué a casa, solté las cosas y me tiré al sofá, estaba cansadísima a pesar de no haber echo nada en todo el día. De pronto me llegó un mensaje:

"Que cabrón el de seguridad, que pasa algo por el detector de robos mientras tú pasas solo para poder tener una excusa con la que  pedirte el número."

Querido espejo: Te odio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora