Inicio - noviembre 12

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—¡Ya, basta! -gritó furioso- ¿Que sabes niña? ¡Habla de una  maldita vez! - dijo impaciente el más grande ellos agarrándome más fuerte del cogote cortándome el paso del aire-

— ¡Que no se nada! -dije dándome por vencida, yo no era la chica que ellos buscaban-

Volvió a mirarme con sus oscuros ojos azules mientras que en su rostro se podía ver el odio y la furia incontrolable que comenzaba a crecer en él.

— Lo juró, lo... Lo juró -dije paranoica, con el corazón en la boca con deseó de que me creyeran-

— Freddy, ¿seguro que esta es la chica? -dijo volteándose para establecer contacto visual con el sujeto de cabello rojizo llamado, aparentemente, Freddy-

— Seguro, jefe, es ella -dijo este, muy seguro de sus palabras-

Los tres hombres que estaban conmigo a medida que pasaba cada segundo estaban perdiendo la paciencia y mis posibilidades de salir viva eran mínimas, estaba muy frustrada.
Uno de ellos, el chico medio moreno, alto, que estaba a la derecha de su jefe. Solo miraba el suelo como si no quisiera presenciar el momento, con la mirada inexpresiva e inmóvil, de pronto me miró, lo mire a los ojos en modo de súplica. Luego dirigió su mirada al sujeto grande que estaba ya casi estrangulándome.

— Ya dejala... No sabe nada, la estas matando, mirala... Ya te lo hubiera dicho de saber algo, sueltala . -dijo con un tono neutro-

Sin aflojar sus manos, el sujeto grande me miró a los ojos una vez más, le devolví la mirada suplicándole en silencio.

Suspiró y me soltó dejandome caer en el suelo con diversas contusiones y heridas que sangraban en varias de mis extremidades, las piernas me temblaban y no podía mantenerme en pie, así que solo me quede tirada en el suelo, cruzando los dedos por siquiera un poco de suerte.

Mi principal agresor se volvío a sus otros dos compañeros cuando sonó el celular en el bolsillo de su pantalón. Atendió, yo sólo miraba atónita a los otros que me observaban, excepto por el chico moreno que hace un rato le había "ordenado" que me soltara, quién solo miraba al suelo con la cara inexpresiva, ausencente de la escena.

— Debemos irnos, Freddy y yo nos encargaremos de los cadáveres, ahora tú... -dijo mirando al moreno alto- Te encargarás de ella, y... -se acerco a él amenazante- O tratas de cometer menos errores o este sera el último, sabes cómo son las cosas aquí, no las compliques, Evan.

Dicho eso, le lanzó una mirada amenazante al chico moreno, Evan y salieron dejandome con él...sola.

Lo mire aterrorizada, débilmente... Viendo como se acercaba, con pasos largos e intimidantes e inmediatamente pensé, este es mi fin...

Criminal AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora