NOCHES DE ENSUEÑO || Katsuki Bakugo x Tú ||

Capítulo 53

Sonreí un poco pero el cachorro de abajo vuelve a gruñir con desconfianza hacia las chicas, camina un paso hacia ellas pero yo puse mi pie frente a él, gruñí con frustración y golpeé dos veces el suelo. El cachorro me mira, lo vi con advertencia y él agacha la cabeza, suspiré aliviada y miré hacia Bakugo, le apunté al perrito sano y él me miró.

- ¡¿Ah?! ¡¿Quieres que cargue a ese saco de pulgas?! - El perrito gruñó pero yo lo empujé leve y un poco para que no lo hiciera.

Miré de nuevo a Katsuki y él chasquea la lengua pero lo hace, al comienzo ni a él ni al perro les gustaba la idea pero no les quedó de otra.

Miré a los demás y me despedí con la mano antes de agarrar al otro cachorro y comencé a caminar con Katsuki detrás, pero escuché a Momo hablarme.

- ______-San ¿Puedes esperar un momento? - Yo la miré y ella se me acerca, de su brazo salen unos collares y correas de color negro y me los pasa - También te dejamos unas cosas en tu habitación cuando no estabas, lamentamos entrar sin tu permiso -

Negué con la cabeza y sonreí de lado agradecida, miré a Katsuki pidiéndole el favor con la mirada, él los agarra a regañadientes y yo acomodé al cachorrito con su patita herida para que no le doliera estar alzado ni le incomodara, y luego nos fuimos.

Entramos a mi habitación y miré sorprendida todo lo que había, no solo para los cachorros, sino para mi también, entré mirando todo, las camitas de los cachorros, sus bebederos y comederos, juguetes.

- ¡Oe, quédate quieto! - Katsuki se queja y vi que el cachorro estaba ladrando y peleando para bajarse, Katsuki lo deja en el suelo y el perrito corre hasta una de las camitas y la prueba.

Dejé al otro perrito en el suelo y fue al bebedero, ambos movían la cola muy felices y parecían sonriendo. Que tiernos.

Pasé la vista por la habitación viendo las mantas nuevas, almohadas y decoraciones ¿Las chicas hicieron una lista de mis gustos? Porque le atinaron a todo.

Sonreí y más cuando vi la guitarra acústica junto a la guitarra eléctrica y su amplificador, también había un bajo. Eso seguramente les dijo Jirou.

Agarré la guitarra acústica y me senté en mi cama, miré a Katsuki sonriendo ampliamente mientras él se acercaba y se sentaba a mi lado, comencé a tocar una música muy buena mie tras los cachorros y Katsuki me prestaban atención hasta que acabé.

Suspiré y miré a los cachorros quienes ladraron bastante como pidiendo que tocara otra vez, miré la pata casi completamente curada del cachorro, él saltaba un poco y pareciera que no le dolía, el pensamiento de tener que dejarlos ir o quedármelos regresó y no supe que decidir.

Me levanté para dejar la guitarra en su lugar antes de acercarme al cachorro y levantarlo para sentarme de nuevo en la cama y revisar su pata, presione ligeramente pero él no reaccionaba y yo suspiré, miré a un lado hacia los collares pero no sabía que decidir.

Sería... muy cruel dejarlos luego de que se hayan encariñado conmigo... pero... no sé si me dejarán tenerlos aquí... Lo digo porque puede perseguir al conejo de Koda u otros animales que traiga, aunque si los entreno...

- Si quieres quedarte con ellos, hazlo, los tres estarán mejor juntos - Miré a Katsuki un momento pero volví la vista a los perros.

Dejé al cachorro a un lado y levanté al otro igual para subirlo a la cama y acariciarlos, lo pensé nuevamente y entonces me decidí, agarré los collares y se los puse. Ellos parecían emocionados por mi acción ya que me tumbaron para comenzar a lamerme y hacerme sonreír.

Me hacían cosquillas y me reí pero había forzado mi garganta y comencé a toser, me senté cubriéndome la boca con una mano y apoyándome con la otra en mi rodilla, seguí tosiendo sintiendo aquel líquido carmesí en mi mano.

- Oe, extra... - Katsuki apoya su mano en mi espalda y los cachorros se alejan con la cabeza baja como si hubieran hecho algo malo.

Negué en un momento que dejé de toser pero volví a hacerlo una vez más, hasta que había parado al fin. Katsuki ve la sangre en mi mano y me hace levantarme, yo solo me dejé manejar.

Me llevó al baño apoyando su mano en mi espalda baja y abriendo el grifo del lavamanos, yo me las lavé y él amarra mi cabello con una goma de las que tenía allí y moja un poco su mano para pasarla por mis labios levemente quitando el rastro de sangre.

Lo miré por el espejo, se veía concentrado, por un momento eso me pareció... atractivo... y noté mis mejillas sonrojarse. Me separé rápido para que no lo notara y agarré mi toalla de manos para secarme y al igual que mi rostro, los cachorros estaban en la puerta mirando aún con la cabeza baja y la cola entre las patas.

Suspiré, miré a Katsuki por el espejo, él me miraba, se me acerca de nuevo, agarra la toalla de entre mis manos y la deja en la mesa, me lleva hasta la cama y me deja sentada allí.

- Ahora regreso, extra -

Asentí, él sale y los perros me miran dudando si acercarse o no, yo los llamé con mi mano cerca del suelo y ellos vinieron lentamente, los acaricié y levanté para que dejaran de sentirse culpables al parecer, sonreí y los abracé.

Rex... y... Taison...

Escirbí los nombres para no olvidarme y esperé a Katsuki que dijo que iba a volver.