NOCHES DE ENSUEÑO || Katsuki Bakugo x Tú ||

Capítulo 71

Vi desde el balcón como el sol se ocultaba, yo decidí entrar, miré la cama y pensé en dormirme. Las noches anteriores me quedaba dormida con Katsuki aquí, esas noches no tenía ni una sola pesadilla... gracias a eso mis ojeras disminuyeron y ya no me siento tan cansada.

Pero luego de hoy en el festival... supongo que ambos nos sentimos algo nervioso o incomodos... por esa razón llegamos y cada quien fue por su lado y Katsuki fue a su habitación.

- Okey... solo será dormir, hace noches que no tengo pesadillas... ¿Por qué sería diferente hoy? - Traté de animarme mientras me acercaba a la cama.

Los perros dormían cada uno en sus camitas, ya hasta roncaban.

Me acosté y me cubrí con mis mantas, miré por las cortinas como la luz de afuera lentamente se iba apagando pero a la vez sentí mis párpados pesados y finalmente terminé por dormirme.

***

***

Abrí mis ojos de golpe apretando la manta que me cubría y sentía como mi cuerpo se sobresaltaba, respiraba algo agitada y sentía las lágrimas mojando mi rostro y mi almohada. Me senté pasando mi brazo por mis ojos quitándome las lágrimas, y apretando los dientes por la frustración.

- ¿Por qué... ? ¿Por qué volví a soñar con eso? - Murmuré entre sollozos silenciosos.

Me abracé las rodillas y pegué mis labios a estas pensando y tratando de no llorar tan fuerte para no despertar a los perros que seguían durmiendo desparramados en sus camas.

A mi mente llegó el rostro de Katsuki, y como me calmaba con tan solo estar conmigo... entonces, cuando me di cuenta mi cuerpo se movió solo, levantándose y saliendo de la habitación.

Todo estaba en completo silencio que hasta mis propios pasos se escuchaban levemente, me detuve y miré al frente dándome cuenta que había llegado a su puerta...

Sorbí mi nariz y golpeé su puerta dudosa con mis nudillos, pero luego de haberlo hecho eso me sentía ansiosa y con el corazón latiendo rápidamente.

- ¡Hm! - Me tensé al escuchar pasos dentro de la habitación y me maldecí a mi misma sin preguntarme antes que fue rápido su reacción.

Seguro estaba durmiendo, no tenías que despertarlo, idiota... idiota... lo molestas, date cuenta...

Traté de callar aquella voz en mi cabeza aunque me lo estaba creyendo y cuando estaba por huir de allí, la puerta se abre y yo me quedé paralizada.

- No puedes dormir ¿Cierto? - Dice cruzándose de brazos y apoyándose en el marco de la puerta, yo lo miré pero agaché la cabeza apretando mis puños con nerviosismo y mordiendo mi labio inferior.

Lo escuché suspirar y al instante siento que agarra mi muñeca jalándome dentro de la habitación y cerrando la puerta.

- E..Espera... Katsuki... yo... - Me tensé al estar contra la puerta y él acorralándome tan cerca, me agarró las mejillas con una mano y me obligó a mirarlo.

Se quedó mirando mi rostro y luego pasó delicadamente su pulgar por debajo de mi ojo quitando lo que quedaba de las lágrimas, aparté la mirada avergonzada pero él chasquea la lengua.

- La próxima vez... solo entra... - Dice antes de alejarse pero me jala de nuevo por la muñeca.

Ambos nos acostamos en su cama pero él me toma por la cintura y me acerca a él sorpresivamente.

- Recuerda esto, extra, y más te vale escucharme bien porque no lo volveré a repetir... -

Yo cerré la boca apretando los labios y prestando atención a sus palabras, él acomoda mi cabello y acaricia mi hombro, su acción me hace sonrojar y ponerme nerviosa.

- No importa la hora, el lugar o las circunstancias... si tú me necesitas... iré de inmediato... estaré para ti siempre... ¿Entiendes, idiota? - Dice y noté cierto rubor en sus mejillas.

Yo me sorprendí un poco pero suspiré aliviada, hasta que mi vista baja a sus labios y cuando me di cuenta me había acercado y lo había besado tomando la iniciativa, él se sorprende por una milésima de segundo antes de corresponderme y atraerme aún más a él hasta dejarme encima de su cuerpo.

- Gracias... - Dije al borde del llanto de nuevo y él acaricia mi mejilla antes de levantar la cabeza y volver a unir nuestros labios, pero luego volvimos a acomodarnos y él me abraza apoyando mi cabeza en su pecho.

- Vamos, duerme ya... yo estaré y seguiré aquí... lo prometo... -

Cerré los ojos suspirando, su aroma calma cada nervio en mi sistema y destensa cada músculo... sonreí levemente y luego de eso solo recordé haberme dormido.