Me encontraba leyendo un libro en el asiento de mi ventana disfrutando el aire y la tranquilidad que me daba el vivir en el techo de un edificio en Zaun, podía ver piltover y si aire limpio cuando escucho a alguien abrir la puerta y supe inmediatamente quien era al escuchar sus pies pesados y como se acostaba en mi pecho
-Tuve un día malo, no quiero hablar-
-Jinx...-
La escucho suspirar mientras dejaba el libro en la mesa para poder abrazarla y acariciar su pelo largo
-Jinx, ah pasado ya una semana desde la muerte de silco y todo, puedes hablar conmigo-
Alza su rostro para verme fijamente con sus ojos morados que desbordaban locura
-¿como se que no me dejaras?-
-sigo aquí después de todo-
Siento sus labios secos y fríos sobre los míos, iniciando un beso lento Y sin intenciones ocultas, Jinx y yo hemos discutido mucho últimamente, a tal punto de llegar a la violencia pero ambas sabíamos cuando era el límite, la última discusión terminó con Jinx llorando pidiendo que la abrace y eso fue ayer
-Se que últimamente nuestra relación empeoro pero Jinx es normal discutir y no por eso te voy a dejar, pelear no significa que no te ame-
Limpio con mi pulgar la lagrima que se resbalaba por su mejilla para dejar un suave beso en sus parpados y frente
-te amo-
-y yo a ti mi chica loca-
Escucho suavemente su risa para volver a besarla dejándome llevar