Discusión tras discusión, esa era la relación con Jinx, cada día discusiones nuevas, ella arruinando misiones y más, tu madre Sevika te contaba cuantos problemas te daba t eso te cegó, jamás le diste una oportunidad debido a los prejuicios, a tus ojos ella solo era la escoria que arruinaba el trabajo de tu madre y aunque Jinx trataba de acercarse siempre la alejaste con frías palabras
-Ella es un problema y todos los saben-
-perdimos el cargamento Silco, le disparo a mi madre y eso jamas lo perdonaré, estoy aquí por pedido tuyo pero si vuelve a arriesgar nuestras vidas, me iré y perderás toda la información de piltover a la que Marcus no tiene acceso-
Salgo dando un portazo a pesar de los gritos de mi madre para que parara cuando siento unos pasos detrás de mi
-Jinx déjame en paz..-
-Awww, no debes estar tan enojada, ven vamos a jugar-
La miraste enojada y más al ver su sonrisa enferma dando a entender que sus planes eran siniestros, te llevo a la fuerza hasta su cueva y te sentó en una silla
-no quiero jugar, déjame ir-
Se coloco arriba tuyo y apreto fuertemente tu rostro para que la mires mientras empezaba a delinear
-NO TE MUEVAS IDIOTA, NO VES QUE TE ESTOY ARREGLANDO-
-Nosotros tu puta muñeca-
La escuchaste reír psicopatamente mientras seguía dando unos toques más, cuando terminó apretó más fuerte su agarre en tus mejillas
-Estoy cansada que siempre me alejes, dulce tn-
Le diste una fuerte patada que la tiro al suelo y te colocaste arriba de ella
-Deja de joder o vas a v...-
-haz lo que quieras-
La miente sería viendo su s
Comportamiento sumiso y levanto su rostro quedando a escasos sentimientos de tus labios-Anda, te reto o eres una maldita cobarde...-
Con fuerza agarraste su cuello ahorcandola mientras una mirada de diversión aparecía en su rostro, cuando te diste cuenta estaban cada vez más cerca hasta que ella dio el paso juntando sus labios con los tuyos, eran tan fríos y ásperos pero a la vez era adictivos
-soy tuya tn, siempre lo fui, olvida a tu estúpida madre y sus reglas, crees que no se como te calienta el verme tan sumisa debajo tuyo, hazlo, nadie vendrá aquí abajo-
Cada susurro te estaba haciendo perder la cabeza y aun con tu mano en su cuello llevaste con la otra mano libre, sus brazos hacia arriba de su cabeza, pegandola contra el suelo
-empieza a rezar porque vas a vivir el infierno hoy-
-jamás planee ir al cielo, hace años acepte la llama del mismo satanás como una cálida chimenea-
Se volvieron a besar con pasión sabiendo que lo que vendría serían encuentros secretos lleno de pasión para al dia siguiente odiarse como siempre, En el día se detestaban pero en la noche se deseaban y necesitaban tan desesperadamente