Capítulo 12

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El día se le había alegrado infinitamente después del almuerzo con Eschegel.

Cuando Keslon le dijo que ya estaba en la embajada de la República del Mediterraneo ella se apresuró en llegar, había tardado más de lo esperado. Se había quedado con Vesna a aclarar algunos puntos y ponerse de acuerdo y establecido la fecha más próxima para empezar a atacar a Alsan.

La Embajada no estaba lejos. Vlence y Desia regresarían a Ilicia con Avina que los esperaba en Pino Gris para las primeras instrucciones.

La dejaron pasar con la placa y pasaporte falso.

Encontró a Keslon con Vilia codo a codo frente a las tres computadoras.

-Marena-dijo al verla- ¿cómo te fue en la reunión?

-Bien-fue lo único que respondió ella- ¿encontraron algo?

Vilia sintió con su chongo moviéndose de un lado a otro.

-Le decía a Keslon que Vlagopus tuvo movimiento en la República del Norte-dio Vilia.

Marzena asintió y verificó la información que le había dicho Vesna.

-En la reunión de hoy me dijeron que no está usando tarjetas de crédito, lo vieron en Lermont con sus hombres.

Vilia asintió.

-Es lo mismo que encontré yo pero con un poco más de jugo.

Keslon volteo hacia ella.

-¿Eso te dijeron en la reunión?

-Si, sin rastro de sus hijos, probablemente estén haciendo otros mandados a su nombre.

Keslon asintió lentamente sin quitare la mirada.

Marzena le guiño un ojo haciendo referencia a la información pero le quitó la mirada.

-Vilia también encontró un depósito del muelle que está a nombre de uno de los administradores de Vlagopus, mañana iremos a revisarlo.

Marzena leyó los datos y asintió.

-En definitiva, ese cabrón debe tener algo escondido ahí.

-Tal vez encontremos algo para incriminarlo o que nos diga que está planeando y donde estará para estar más cerca de atraparlo. Necesitamos evidencia para el juicio.

Si, no había otra cosa que en ese momento Marzena anhelara más que la cabeza de Vlagopus con una bala suya.

Vilia les hizo señas de que se acercaran a la computadora.

-Me metí en archivos confidenciales y miren lo que encontré-dijo ella en voz baja.

Abrió un archivo que tenía el sello presidencial.

Marzena contuvo el aliento. Ella ya lo sabía pero ellos no. Se le había olvidado que era secreto.

-Ese es el sello de presidencia-susurro Keslon agrandando la pantalla con el mouse.

-Exacto, puse en riesgo mi pellejo en esto, pero no se darán cuenta no se preocupen-dijo Vilia recargándose en su silla más despreocupada de lo que debería.

Marzena quiso advertirle que tuviera cuidado pero se contuvo.

-Esto me huele mal-dijo Marzena para mantener las apariencias.

-Sabía que venían de órdenes "superiores" pero no pensé que de presidencia-dijo Keslon con el ceño fruncido.

-Probablemente es un asunto de seguridad nacional, me siento como en una película de acción- sonrió divertida Vilia.

MarzenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora