Capítulo 16

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Tal como Marzena hubiera hecho en su lugar, dejó que los hombres de una camioneta los siguieran mientras se llevaban a Vlagopus lejos.

-¿A dónde se supone que vayamos?-dijo él tomando el arma, aunque se notaba que realmente no la usaría.

-Solo debemos mantenernos con vida hasta que llegue la ayuda.

Justo después los disparos salieron cuando la camioneta entró a la acción.

Marzena se mantuvo detrás de una piedra mientras arrastraba la comunicación con ella y Keslon.

-¿Dónde están? Nos tienen acorralados-decía Kelson al teléfono mientras los disparos caían a sus lados protegidos por una roca.

Marzena al mínimo cese atacó aunque Keslon la jalo del abrigo.

Los hombres se escondieron mientras ella los rafageaba.

El fuego se cruzó y Marzena tomó la de él.

¿Dónde estaba Avina?¿Llegaría a tiempo?

Cada vez se les acercaba más  y con ellos su muerte segura. No sabían quién era ella y si no es que se los llevaban para sacarle información, los matarían allí mismo.

Mierda, mínimo moriría con ese bonito vestido.

Volvieron a dispararles.

-Debemos adentrarnos más en el bosque-dijo ella- a mi señal corres todo lo que puedas.

Los disparos se acercaban más. Marzena cargó el arma y empezó a contar.

-Uno, dos...

No dijo tres porque el chillido de llantas y disparos volvió a llenar el aire.

Marzena no se levantó y se tiró al suelo con él.

Cuando el ruido cesó, Marzena se miró con Kelson, compartiendo el aliento sobre la nieve.

La voz le hizo casi desmayarse.

-¿Dónde estás?

Keslon tomó su arma pero Marzena río.

Se levantó exhausta.

-¿Qué haces?-pregunto Keslon histérico jalando su abrigo que solamente se rasgó.

Las luces del auto la cegaron hasta que vio a la silueta contra ella.

Marzena tiró su arma en son de paz, con las manos en alto.

-Hija de la...-dijo la silueta caminando hacia ella para abrazarse.

Marzena aun regulando su respiración apenas vio a la docena de hombres.

-Tardaste más de cinco minutos, zorra-dijo Marzena riendo.

-No es mi maldito problema que estés en medio de la maldita nada-respondió Avina alzando las cejas.

Rieron con la nieve cayendo sobre ellas. Ambas vieron como Kelson salía tembloroso de la roca.

-¿Es él?-preguntó Avina mirándola.

Marzena asintió con la cabeza.

-En persona.

Avina río.

-¿Servicio secreto?-preguntó Keslon.

-¿Acaso no ha visto suficientes películas para saber que la policía nunca llega para salvar a nadie?-respondió Avina.

Keslon miro a Marzena, Avina y después a los hombres de negro con armas a su alrededor.

-Un placer Agente Salmo-dijo Avina saludando desde lejos- pero los que lo salvaron no fue nadie más que la mafia Orcinus.

MarzenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora