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Era tarde por la noche, tal vez cerca de las tres de la madrugada para Christopher, sus ojos se empezaban a cerrar, y su voz a hacerse más ronca, pero no quería dejar de hablar con su novio. 

— Te extraño muchísimo. — Habló el mayor. —  Es increíble, sólo te fuiste poco más de una semana, pero siento que has estado lejos por mucho tiempo. 

—  Me siento igual... —  Dijo el menor a través de la línea. —  Siento la necesidad de verte desde que me pediste matrimonio. —  Sonrió. 

— ¿Es así? — El castaño se mostró de nuevo en la cámara, también con una sonrisa. — Déjame verte. — Pidió, pues su novio mantenía el celular a un lado, apuntando al techo de su habitación. — Ay... Mi prometido es muy hermoso. — Suspiró.

— Eres un tonto. —  Dijo riendo. —  Quedan sólo unas horas para vernos... mañana por la noche estaremos durmiendo juntos.  

— Lo estoy esperando con ansias. —  Christopher se volvió a acomodar sobre la cama, tallando sus ojos para alejar un poco el sueño. —  Iré a buscarte al aeropuerto, luego podemos pasar por la cafetería de Felix a buscar algo dulce para comer en casa, una cena americana, ¿Qué te parece?

— Eso sería perfecto, pero ¿No es peligroso? —  Habló preocupado. —  Ha estado lloviendo mucho en Corea, y con el frío, las calles se vuelven más resbaladizas.  — Suspiró. — Prefiero que no vengas, puedo ir por mi cuenta, y si te hace ilusión, espérame en la cafetería, y yo voy hasta allá. 

— No es para tanto, amor, iré en autobús.  — Intentó tranquilizar al menor, sin embargo, este mantenía su expresión preocupada. 

— Prométeme que si el clima está muy mal, no vas a ir. — Pidió. 

— Está bien, no lo haré. —  Rodó sus ojos. 

Por supuesto que iría de todas maneras. 

— Por favor, Christopher, no quiero que te pase nada. — El mencionado se lamentó ante los ojitos tristes de su novio, mordiendo sus labios. 

— De acuerdo, prometo que me quedaré en casa si veo que es peligroso. — Prometió, queriendo ver de vuelta la sonrisa de Jeongin. 

— Gracias. — Sonrió levemente. —  Bien, hay que ir a dormir... — Dijo, más no hizo nada que señalaba que cortaría la llamada. — Te veo mañana. 

— Te veo mañana. — Sonrió al pelinegro. —  Te amo. 

—  También te amo. —  Ambos se quedaron mirando por otros largos segundos. —  No te distraigas y duerme pronto, es bastante tarde. —  Advirtió, a lo que el mayor asintió. 

— No puedo esperar a verte. — Susurró, sintiendo sus ojos ya cerrarse por si solos. 

Jeongin lo miró con ternura, susurrando unas últimas palabras de amor antes de finalizar la llamada. 

Estaba preocupado, conocía a su novio, sabía que la única manera en la que no fuera por él al día siguiente, era que el cielo por poco se estuviera por caer. Por supuesto que el clima frío y las calles peligrosas eran algo — entre comillas — común, pero no le gustaba tentar al destino, su novio estaría mucho mejor si se quedara en casa. Por eso, sólo esperaba que el clima le permitiera tener un viaje seguro.

The rest of my life ♡︎ [ChanIn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora