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1999.

De la garganta de Baji emergían gritos desgarradores, sacudía su cuerpo con violencia cada vez que uno de los presentes intentaba tocar su pierna o cuando lo inmovilizaban. La herida le ardía como el mismísimo infierno, el sangrado no cesaba, por lo tanto el suelo del baño, el lavabo y las extremidades y ropajes de los presentes estaban cubiertas de sangre.

No obstante la bala continuaba enterrada en el interior de la pierna de Baji y había que sacarla.

Los hombres se congregaron para decidir quien extraía la bala y quienes lo sujetaban. Lo hicieron por sorteo. Mikey y Kazutora agarrarían el cuerpo de Baji; Takemichi de las piernas y Draken retiraría el elemento en cuestión.

Observaron al individuo, más calmado buscaba la compañía de Chifuyu desesperadamente, no obstante este se encontraba sentado en el rellano de la escalera ignorando la escandalera del piso de abajo, además que no era capaz de volver a entrar en el baño.

Se acercaron lentamente a él de nuevo, aprisionando su cuerpo con más fuerza. Baji volvió a chillar. Al menos consiguieron retirar sus pantalones vaquero largos (para ver mejor la herida), un agujero corinto supuraba sangre.

- ¡Chifuyu trae pinzas y alcohol! - pidió Takemichi.

Este se levantó y rápidamente les entregó lo que necesitaban.

Draken vertió el liquido en el orificio, ocasionando violentos zarandeos por parte de Baji y nuevos bramidos. Agarró las pinzas y observó a sus compañeros; miró directamente a los ojos marrones de Baji.

- Perdóname.

Introdujo las pinzas en la cavidad. El frio instrumento, entró en contacto con la carne, cada ve ancándolas más adentro. Baji comenzó a sollozar del dolor.

Chifuyu contemplaba la grotesca escena desde el umbral de la puerta estaba horrorizado, sus ojos añil ahora rojos, precipitaron cuantiosas lágrimas. Lloraba por el sufrimiento de su pareja, sentía en sus propias carnes el ardiente dolor. Lloraba de impotencia, él sabía que era incapaz de, al menos, tranquilizarle con su compañía, le gustaría imaginar que esa situación era ajena a él.

La bala ensangrentada cayó de forma indiscreta en el frio suelo, ocasionando que los alaridos se sustituyeran por el repiqueteo del objeto. Liberaron a Baji, él cual continuaba lloriqueando sin embargo dejó de gritar.

[...]

Una vez finalizado el martirio, los hombres se reunieron en torno a la mesa de la cocina. Todos observaban a Baji exhaustos y enfadados, buscando una explicación para tal desgraciado accidente.

- Kazutora y yo fuimos al territorio de Valhala. Bueno en verdad fui yo él se quedó en el coche, desde hace varios días planeé ir, para saber cuanto territorio habían ocupado. Todo estaba desierto, salvo un prostíbulo y una licorería en la que apenas había gente, sin embargo continué avanzando por el resto de calles hasta llegar a una zona repleta de mujeres; prostitutas supongo, de las cuales dos de ellas se me acercaron para poco tiempo después marcharse. Continué con mi trabajo poco tiempo más y volví donde estaba Kazutora. En esto comenzaron a disparar, no pudimos ver a nadie era como si las balas surgían directamente de la oscuridad.

Miraron a Kazutora, el cual guardó silencio como el incitador de esa peligrosa misión. Si no hubiera sido por su perseverancia (muy probablemente) nada habría ocurrido.

- ¿Se dieron cuenta que erais de la Toma y que los estabais espiando? - inquirió Draken

- Quiero pensar que no.

- ¡Entonces por que abrieron fuego!

Razón no le faltaba a Takemichi.

- ¿Qué va a pasar pues? - habló Chifuyu por primera vez en la madrugada. - ¿Buscaréis venganza? ¿Estallará una guerra? No quiero más muertes.

Hogar Suburbano. [Tokyo Revenges Emma X Draken]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora