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El recreo había llegado, por lo que un Jeongin muy feliz y ansioso tomó el pequeño estuche donde tenía colitas y accesorios para el cabello, y salió del salón después de despedirse de su amigo.

Buscó con la mirada en la cafetería al rubio de cabello bonito y lo encontró junto a sus amigos Minho y Jisung, la parejita conocida del colegio.

Les sonrió a los tres y los saludó al llegar junto a ellos.

— Déjanos adivinar Innie, ¿vienes a jugar a la peluquería con Hwang? — Minho fue el que habló con una sonrisa burlona, recibiendo un codazo de parte de su novio.

Yang se sintió apenado pero asintió encogiendose en su lugar.

— Tranquilo, éste también es el momento favorito de Hyunjin.— ésta vez fue Jisung quien se burló de su amigo, recibiendo una mirada amenazante del mencionado.

— ¿De verdad? — los ojitos del menor brillaron, mientras miraba al rubio, quien asintió sonriente.

— Pues, dejas mi cabello muy bonito, y también me gusta verte peinarlo, te ves adorable y tierno.

Jeongin sentía que sus mejillas quemaban, las palabras de Hyunjin lo ponían tímido y el hecho de no estar solos lo avergonzaba más.

— Como que sobramos aquí, ¿no amor?— Lee asintió dándole la razón a su pareja, mientras soltaban ambos una risita.

Después de eso se levantaron para irse, no sin antes burlarse un poco más de los dos chicos.

— Adiós, Jeonginnie, Adiós Hyun.— se despidieron y desaparecieron de la cafetería tomados de la mano.

Un pequeño silencio reinó en el lugar, con un peliazul tímido y un rubio algo apenado.

Pero solo pasaron unos segundos para que el mayor rompiera el silencio y se acomodara para ver mejor a su chico favorito.

— Vamos, comienza a hacer tu magia, ya casi se acaba el recreo.— señaló el estuche que traía el más bajo y este asintió repetidas veces sacando unas colitas de forma obediente.

Hyunjin le dió la espalda para que tuviera mejor acceso a su pelo y se relajó cuando las manos del más pequeño comenzaron a peinar su cabello con delicadeza.

Jeongin peinó un corto rato al rubio y luego comenzó a hacer trencitas con sumo cuidado, no quería lastimarlo ni jalonearlo en absoluto.

Terminó unos minutos después y comenzó a decorarlas con pequeñas florecitas y cintitas que guardaba en el estuche.

— Terminé, Hyunnie.— dijo con una sonrisa tímida dibujada en su rostro.

Con un espejito que Jeongin llevaba, el rubio pudo verse y sonrió satisfecho.

— Me dejaste muy bonito como siempre, gracias.— sonrió y se levantó para estar más cerca de él.

— Bonito ya eres, Hyun.— murmuró desviando la mirada sonrojado.

El más alto logró escucharlo y sonrió mirándolo con ternura, mientras apretaba sin mucha fuerza las mejillitas del peliazul.

Jeongin se quejó solo para aparentar, porque en realidad amaba ese tipo de contacto con Hyunjin.

— El único bonito aquí eres tú.— le dejó un besito en la nariz.

El menor cerró los ojitos ante la cercanía apenado por saber que había escuchado lo que dijo.

Pero no hubo tiempo para nada más, ya que el timbre resonó por todo el lugar.

Un pequeño puchero apareció en los labios del de ojitos de zorro, Hwang lo miró enternecido y le sonrió una última vez.

— Nos vemos en la siguiente clase, pequeño.

El nombrado se despidió con la mano y se dió la vuelta para regresar a su salón aún más feliz que antes.

Aunque quisiera negarlo, estaba totalmente rendido y a los pies de su príncipe, Hwang Hyunjin.

Blonde Hair ➳ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora