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Tres simples palabras, tres palabras que Hyunjin había esperado escuchar todo ese tiempo.

Palabras que hicieron su mundo detenerse por unos segundos, perdiéndose de nuevo en el chico que tenía en frente y encima suyo, quien tenía el rostro aún sonrojado, más que antes, y veía abajo mientras jugaba con sus manos. Probablemente ansioso por la respuesta del rubio.

Hwang sonrió ligeramente y lo tomó de la barbilla para que lo viera.

— Tú también me gustas, Jeongin.— sonrió.— Me gustas muchísimo.

El mencionado quería gritar, dar saltitos, aplausos, de todo. Pero lo que más quería era darle otro beso, y eso hizo.

Antes de hacerlo se percató de que Jisung y Minho habían desaparecido de la habitación, por lo que era su momento.

Enrolló sus piernas en la cintura de Hyunjin y enredó sus brazos en su cuello, atrayéndolo hacia él y uniendo sus labios.

Nuevamente estaban besándose, y joder que se sentía bien, fácilmente podían estar así toda la noche, o toda la vida.

— Me gusta cuando tomas la iniciativa.— murmuró el mayor en sus labios, sonriendo antes de volver a besarlo.

Jeongin sintió sus mejillas arder pero sonrió entre el beso, mordiendo ligeramente su labio.

— A mí me gustas tú y tu cabello.— soltó una risita entre el beso.

— Me he dado cuenta, bonito.— tambien soltó una risita.— ¿Debería estar celoso de mi cabello?— bromeó alejándose un poco para verlo.

— No lo sé, pero te ves sexy cuando estás celoso.— se atrevió a decir.— Aún más cuando eres posesivo, quiero más de eso.— sinceró sonriendo coqueto, enredando sus dedos en el cabello del rubio.

Hyunjin se sintió apenado al recordar el suceso en el cine, se volvía tonto cuando estaba celoso. Y ahora que escuchaba las palabras de Jeongin, simplemente no podía creerlo, pero de cierta forma le gustaba.

— Puedo darte más de eso, porque eres mío, ¿no es así? Y hay que hacérselo saber a la gente.— murmuró con esa voz ronca que volvía loco al peliazul.

— Aún no me veo con un anillo de compromiso, Hyunjinie. Sin anillo no soy tuyo.— bromeó sonriendo divertido.

— ¿Así funciona?— el menor asintió.— Tendré que conseguir uno de esos pronto entonces.

Ambos rieron y se sonrieron, viéndose interrumpidos por el sonido de la puerta al abrirse. Dejando ver a sus dos amigos con el cabello despeinado y la ropa mal acomodada, no había que ser adivino para saber lo que había pasado.

Claramente habían ido a dar un pequeño paseo en moto.

Jeongin aún seguía sobre el regazo de Hyunjin, por lo que se escondió en su pecho, sus mejillas seguían coloradas.

— Jeongin se hace el santo y bien que escuchamos todo lo que le decía a Hyunjin.— mintió Minho solo para molestar, riendo bajito.

— No creo que hayas escuchado, estabas muy ocupado con Jisung, ¿no es así?— elevó una ceja el rubio, haciendo sonrojar al mencionado.

— No avergüences a mi bebé.— puchereó al ver las mejillas de su novio tomar color, mientras lo abrazaba.

— Y tú no avergüences al mío.— contraatacó divertido.

Minho sonrió fangirleando con los dos chicos, pero no dijo nada más.

Junto a Jisung se integraron a los chicos y charlaron un largo rato hasta que la madrugada y el sueño llegaron.

Se acomodaron en parejas, se contaron un par de historias más y finalmente cayeron rendidos a los brazos de Morfeo.

Había sido una noche divertida, genial y sin duda, inolvidable.

Especialmente para el rubio y el peliazul.

Blonde Hair ➳ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora