Capitulo 5.

1.1K 121 79
                                    


—en ese caso— Se te tiro encima besándote con fuerza.

—¡Bruno!— Ahora la avergonzada eras tu. Lo sentiste bajar a tu cuello y empezar a olerte mientras besaba el mismo.

—Hueles bien~ ...—Sentiste escalofríos en tu espalda.

Bruno colo una mano bajo tu falda subiendo por tu muslo...

Una voz los interrumpió.

—¡¿____?! ¡¿QUÉ ESTAS HACIENDO?!— Reconociste esa voz al momento.

Empujaste a Bruno lejos de ti, quien se había paralizado.

—M-mamá y-yo...— Te ventaste intentando explicarle.

—NO QUIERO OIRLO—Te agarro del brazo con fuerza tirando de ti. —Nos vamos a casa.

Bruno nuevamente no sabia que hacer, intento acercarse pero tu madre te tiro la cesta que llevaba consigo.

—¡TU! Como te atreves maldito pervertido, un hombre tan mayor como usted ¡EMBAUCANDO A UNA NIÑA! Nunca debiste salir de tu agujero...— Le insulto con odio, arrastrándote a casa.

•••

Tras eso Bruno se sintió muy mal, no tenia ganas de moverse. Se sintió mal por ti, ya eras mayor, ¡no una niña!. Aún que lo sabia, era imposible que no le diera vergüenza a si mismo.

Sabia que todo lo dicho por aquella mujer era falso. Y solo podía recordar el odio que tenia el pueblo hacia el, decían que ya todo estaba aclarado. Pero no era cierto, lo sabia. Y el recuerdo de ese horrible sentimiento volvía después de tantos años.

Al entra en "casita" lo primero que recibió fue una cachetada de su madre Alma.

—¿cómo pudiste...?—La señora lo vio con melancolía.

—¿Ahora que hice?— Pregunto este sonándose la mejilla.

—La señora Garcia vino hace unas horas, ha decirme, que mi hijo estaba a punto de abusar de su hija en el bosque— Explicó con soberbia—¡Así no se comporta un Madrigal, Bruno!

No pudo responderle a su madre simplemente salió corriendo a su cuarto. Nada había cambiado, todos seguían igual con el. Deseaba volver a las paredes con sus ratas.

En eso una de ellas se acerco a el dandole caricias en la cara.

—gracias ratita... ¿tu sabes que nunca quise hacerle mal a ____? ¿verdad que si?— Sostuvo la tablilla de su visión sobre ti y la acaricio.

En esta aparecías tu de frente semidesnuda, tapándote torpemente el cuerpo con una tela.
Pareciera que estuvieras cambiándote y alguien entro a la habitación. Te veías muy linda.

—Seguro que me odia— Se dijo así mismo, volviéndola a poner con delicadeza en su lugar.

•••

—Seguro que me odia— Golpeaste tu cabeza contra la pared por cuarta vez.

—¿Queeeeé? Nah, seguro no fue para tanto?— Te consoló tu hermano Mateo anejándote de la pared.

—Mamá le hizo parecer un depredador sexual y abusador con su propia familia y ahora a mi me esta buscando un matrimonio, no fue culpa suya, la depredadora fui yo...— Te encogiste sobre tu cama en poción fetal a llorar.

—Pero... Ah, ¿Qué le pasa a mamá? Porque ni siquiera quiere hablar contigo.

—No lo se...

-B R U N O-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora