-B R U N O-

Capítulo 9

—Bueno, apenas hemos entrado en el bosque, pero sí, seguro que nadie nos encuentra— Bromeó Bruno. Reíste.

—En fin, vale, no tengo mucho cardio— sentiste como atrapaba tu cintura pegándote a su cuerpo, no pudo resistirse— ¡Bruno! ¿A dónde a ido el hombre tímido y miedoso que conocí semanas atrás?— te sonrojaste.

—Mmmm— Fingió pensar— Estará escondido por ahí, como es tan...tímido~— te beso.

Un beso largo que se profundizó en un beso francés. De a saber cuantos minutos. Aún estabas preocupada por la situación, ¿qué harías ahora?. Volver con tu familia no era una opción, te empezó a la consumir ansiedad, ¿donde vivirías? Adiós a tu antigua vida ¿así de fácil?.

—¿Qu-qué pasa?— se separó de ti cuando dejaste de corresponderle al beso.

—Estoy preocupada y como no... tal vez he tirado mi vida al garete por seguir mis impulsos...—de repente te invadieron pensamientos de lo peor, te costo respirar.

— ¿Qué estas diciendo?— Te soltó de inmediato— Tu familia te maltrataba, ¿no es acaso... cualquier cosa mejor que eso?— Bruno estaba confundido, su familia tampoco era perfecta y por ello, se escondió 10 en las paredes. Y tú, por mucho más tienes miedo de fugarte.

Te estaba dando un ataque de ansiedad, vaya que esos viejos te tenían bien manipulada.

—Es que...—Te costaba respirar— n-no nos conocemos de nada— Empezaste a hablar con pánico pero te interrumpió.

—Es verdad, pero tenemos una conexión y...—intentaba tranquilamente pero no le dejaste terminar.

—¡No lo veo tan claro! ¿Y si esto a sido todo un error?

—____ debes intentar calmarte— no te diste cuenta de que tus palabras, malinterpretadas por él, empezaban a dolerle.— Yo...quiero ayudarte aun que cambies de opinión.

—¿de verdad?— te tranquilizaste por un segundo mostrando una sonrisa—¿Cómo?

—Mariposita...yo pensaba presentarte a mi familia y que te vinieras aaa...vi-vivir co-conmigo, que cosas pienso aveces no jeje je...— desvió la mirada avergonzado.

—Oooh, que tonta soy—Suspiraste aliviada— Pensé que no querías que nadie supiera de mí, pensé que te avergonzaba.

—¡¿Que?! ¿Por qué?— Te encogiste de hombros— No me importa para nada lo que diga mi familia, _____, te lo aseguro, ya no— su desanimado tono de voz te hizo entender que pasaba en esa cabecita.

—Perdon, perdón por dudar, esto ha sido muy emocionante— Por fin te tranquilizaste. Bruno sonrió volviendo a agarrate la cintura.

Os mirasteis en silencio, disipando vuestras dudas. Bruno vio en tus ojos lo que sentía por ti. Y al momento supo que no le mentías cuando le decías que te gustaba

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Si super corto, pero me gustaría retomar esta historia y por algo se empieza.