Llegué a casa a las 9:30 de la noche, Hazel Schulz se llevó mi atención y me sorprendió que ella no estuviese en el partido de hockey sobre césped, al parecer ella no es una más de las que muere por ser la novia de mi hermano. No me sorprende que ella no sepa quién soy, después de todo siempre he sido muy callado y el hermano del gran hockyista Oliver Pasquarelli, y yo pues nisiquiera soy su sombra. En cualquier parte que vaya es así, incluso en esta casa, al abrir la puerta escuché las risas de mis padres mientras Oliver contaba cómo ganó en el partido contra la Preparatoria Eastwood, subí corriendo las escaleras y guardé mis cosas. Puse mi canción favorita de Slipknot en mi computador y mientras sacaba mi guitarra eléctrica para ensayar, cayó una pulsera con un dije del signo capricornio y la letra "H" Bueno, se le debió haber caído cuando se fue corriendo ¿Por qué la recogí si ni sé cómo se la pasaré? Agh.
-Me puse la pulsera de Hazel alrededor de mi mano izquierda y empecé a tocar mi instrumento hasta que mi hermano abre la puerta.
Hola, Vinz! -Dijo entrando casi pateando la puerta y molestándome, nunca entiende que debe tocar la puerta.
Toca la maldita puerta, Oliver. -Gruñí y arrugué mi nariz en señal de disgusto.
Uy, que simpático andas. Wow, ¿que es esto?
-Levantó mi brazo apretando mi muñeca y quitándome la pulsera.
¿Tienes novia? -Río en tono burlón. ¿Quién es la pobrecita desafortunada? -Reia cada vez más fuerte y burlescamente.
¡Siempre los más calladitos son los primeros en ocultar algo! -Me empujaba y seguía riéndose hasta que le di un puñetazo.
¡Déjame en paz idiota! No tengo novia, lárgate de acá ahora. -Lancé una mirada asesina y él tiró la pulsera de la estatua chillona al suelo.
Púdrete, estorbo. -Me empujó y cerró de un portazo mi habitación.
Mis lágrimas caían y volví a ponerme la pulsera de Hazel, mañana será otro día y otro partido de este idiota. Estúpida rutina monótona.
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Parte de ti
Teen FictionHazel Schulz está cansada de otro año nuevo en la preparatoria, hasta que este año, lo que era monótono se volvió un país de las maravillas con la llegada de un artista lo cambió todo. Vincenzo Pasquarelli no esperaba este cambio, esta nueva impresi...