Estaba terminando los deberes de matemáticas y mi mamá llega del trabajo.
¡Hazel! ¡Cariño, llegué! -Subió las escaleras camino a mi cuarto.
Hola mamá ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en el trabajo? -Pregunté mientras correspondí el abrazo que me dió.
Muy bien, mariposita ¿A ti? ¿En la escuela? Por cierto, debo darte tu regalo de cumpleaños. -Sonrió. ¿Te lo paso?
Claro -Asentí mientras cerraba los ojos y estiré mis manos para recibir el obsequio.
Mi madre puso algo en mis manos que no logré descifrar qué era, abrí mis ojos y destapé el regalo. Era un cd de una banda llamada Slipknot, era una banda que escuchábamos juntas cuando era pequeña, me dió un golpe de nostalgia recordar cuando íbamos de viaje a la playa cantando Slipknot a todo pulmón en el auto.
¡Felices 17 mariposita! -Río levemente y me entregó una maternal sonrisa.
Cocinaré tu comida favorita, perdona por no haber estado contigo en ese día, Hazel. -Acarició mi cabello con una melancolía en sus ojos.
Mamá, no te preocupes. No pudieron correr tu turno y ya, no es tu culpa. -Besé su frente y apreté sus mejillas y ella rió para después irse camino a la cocina a preparar Fetuccini.
¡Hey mamá! -Bajé corriendo las escaleras para preguntarle si me dejaba ir al Parque Green Lake mientras ella cocinaba.
¿Puedo ir al Green Lake mientras espero los fetuccini? -Pregunté con una sonrisa en mi cara.
Claro mariposita, pero debes llegar antes de las 10:30 ¿Entendido? -Me miró seriamente.
Mi madre siempre fue preocupada, lo cuál me gusta de ella ya que a pesar de no estar conmigo todos los días trata de siempre protegerme.
Entendido, soldado -Me puse en posición de soldado, reí levemente, llevé mis auriculares y teléfono para dar una buena caminata nocturna antes de dormir.
¡Nos vemos, te espero hija! -Se despidió y cerré la puerta de la entrada.
Al salir de casa, estaba todo muy callado, no se escuchaba ni los vecinos así que aproveché ese momento de silencio absoluto para hundirme en mis pensamientos y con la música que viene de mis auriculares, obvio. Pensé en Vincenzo ¿Por qué él tenía mi pulsera? ¿Por qué yo tenía su boceto? Mis pensamientos fueron distraídos por el frío del parque que empezó a calar mis huesos, caminé para entrar en calor y a lo lejos pude ver al Pintor gruñón. Me acerqué a él para poder contemplarlo mejor y veo que esos ojos miel estaban tristemente perdidos, tenía puesto un chaleco de My chemical romance, una camisa roja a cuadros negros y un pantalón negro con las cadenas que traía el día que lo conocí y unas vans negras. No sé veía bien, se veía deprimido. Me acerqué lentamente a él pero los temblores que daba mi cuerpo por el frío hicieron que me cayera al suelo.
¡Auch! -Me quejé un poco del dolor pero me paré rápidamente al escuchar la risa burlona de Vincenzo.
Hola, pintor gruñón. -Saqué mi lengua en un acto infantil contestándole y él se puso a mi altura contestándome con el mismo gesto.
Hola estatua chillona ¿Cómo estás? -Miró mi pierna y se fijó que estaba sangrando un rasguño que me provocó una rama al caerme.
Deberías tener cuidado.
Si, lo sé. Solo que el frío que hace en este parque es sorprendente -Cubrí mis brazos haciendo movimientos para abrigarme.
Al ver esto, Vincenzo se levantó del suelo y se quitó el polerón pasándomelo.
¿Uh? ¿Para qué te lo quitaste? Está helado. -Lo miré con cierta duda e ingenuidad
Para que te lo pongas, estás temblando y traes puesto un short -Río levemente.
Adelante, póntelo.
Me quedaba como vestido largo ya que Vincenzo medía 1,90 apróxidamente y yo con suerte 1,53 centímetros
¿My Chemical Romance? Wow, solía escuchar esa banda de niña. -Reí levemente mirándolo a sus ojos miel.
Es muy buena banda. -Me puse a cantar Helena de la respectiva banda y empecé a saltar en el coro pero el dolor de mi pierna volvió y mi rasguño se abrió. ¡Auch!
Arde demasiado -Tapé mi herida con mi mano pero Vincenzo quitó mi mano rápidamente.
¿Qué haces? Tonta, puedes infectarte esto. -Sacó una curita de su bolsillo y pude ver sus nudillos con moretones.
Él claramente se dió cuenta de que me quedé viendo sus moretones, no disimuló nada en absoluto y ocultó sus manos en los bolsillos de sus pantalones.
Gracias por el chaleco y la curita. -Bajé la cabeza por el momento incómodo.
Hey, quería preguntarte algo sobre esto -Saqué de mi bolsillo el boceto del dibujo con la firma de Vincenzo. ¿Por qué me diste esto? -Lo miré a los ojos curiosamente y a la vez seria.
Porque quería que la única persona que ha notado mi existencia, no me olvide. -Agarró mi mentón terminando que nos viéramos fijamente a los ojos.
¿Eres Winnie the Pooh? -Dije con la voz temblorosa y despeiné sus rulos y sus ojos miel, se hicieron chiquitos por la tierna risa que soltó.
¿Tú eres la hija de Poseidón?
Reí y llegó una llamada furiosa a mi celular.
¡Hazel! Ya son las 11:00 AM ¡Vuelve ya a casa! ¿¡Por qué no contestabas?!
L-lo siento mamá, perdona es que me había caído y tardé en pararme por el dolor. -Empecé a temblar por el miedo de la voz enojada de mi madre.
¡Ven rápido a casa! -Cortó el celular.
¡Mierda! Vincenzo, tengo que irme. -Tomó mi mano.
Iremos, te acompañaré a tu casa. -Dicho esto, empezó a caminar.
¡Vamos, camina Hazel! -Apuntó su muñeca en señal de que estaba tardando y me acerqué corriendo hacia él.
¿Qué crees qué haces? ¿Por qué vendrás conmigo a mi casa? -Estaba asustada, mi mamá siempre me dijo que tenía que llegar temprano a casa.
Yo soy el culpable de que llegues a estas horas a tu casa, ven vamos. Camina más rápido -Agarró mi mano y fuimos corriendo a mi casa.
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Parte de ti
Teen FictionHazel Schulz está cansada de otro año nuevo en la preparatoria, hasta que este año, lo que era monótono se volvió un país de las maravillas con la llegada de un artista lo cambió todo. Vincenzo Pasquarelli no esperaba este cambio, esta nueva impresi...