Me di cuenta de que el roce de sus manos en mis mejillas era mi hogar.
Me di cuenta de que quedarme mirando sus ojos, contemplando su brillo y profundidad, para mí era como estar en casa.
Me di cuenta de que escuchar su corazón latir bajo su pecho, me hacía sentir como en casa.
Me di cuenta de todo eso cuando apoyé por última vez la cabeza en su tumba antes de irme, esperando volver a escuchar sus latidos de nuevo,
pero en el fondo sabía que tampoco iban a sonar esta vez.

YOU ARE READING
Esencia Roja
PoesíaLas palabras pueden transportarte hacia otro mundo, haciendo que te sientas en armonía. Es por eso que escribo paisajes.