Una vez me pregunté si se podía parar el tiempo de alguna manera. Intenté lograrlo a toda costa, probando cada método sin éxito.
Me di por vencido después de miles de intentos en vano. Pero un día mientras caminaba, un extrañó cruzó su mirada con la mía.
En ese preciso instante los relojes se detuvieron y el tiempo se congeló. Esos ojos color cian lograron hacer lo que yo llevaba años intentado en tan solo varios segundos.
Ahí fue cuando realmente entendí que nunca podría parar el tiempo yo misma, ya que para ello tenía que buscar mi propia alma en los ojos de otra persona. Y al encontrarla,
fue cuando verdaderamente sentí que había conseguido congelar el tiempo.
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Esencia Roja
PoetryLas palabras pueden transportarte hacia otro mundo, haciendo que te sientas en armonía. Es por eso que escribo paisajes.