What could have been - renga

Capítulo 2

—Ya estoy aquí. —en sus manos traía una botella de vino tinto y dos copas, si iba a pasar el rato con Langa tendría que sí o sí estar borracho para poder sobrellevarlo. Una parte de él le decía que era totalmente inmaduro de su parte no poder comportarse como el adulto que era y manejar la situación estando sobrio,  sin embargo, esa parte ignoraba que no era capaz de hacer eso, lo único que tenía de adulto era la edad y que tenía que pagar impuestos.

—Genial, pensaba que lo habías olvidado.

—Claro que no, te dije que regresaba después de saludar, soy hombre de palabra

—Lo sé, pero solías olvidar algunas cosas.

—No algo tan importante como esto, nuestra merecida reunión, sin cámaras.

—Sin cámaras. 

Ambos caminaron hasta una parte apartada de la fiesta, una recamara no abierta al público pero en la que se habían logrado escabullir. Parecía la biblioteca privada del dueño. Reki dejó las cosas en una mesa y Langa empezó a leer el lomo de los libros que estaban en los estantes.

—Tiene a Víctor Hugo, adivina el libro. —soltó Langa, llamando su atención.

—Ni siquiera tengo que pensar, los miserables.

—Atinaste.

—Muy obvio, mira por aquí. —se asomó a la repisa más cercana que tenía y buscó un libro que reconociera, lo que no era difícil.— tiene hamlet, Romeo y Julieta.. El gran Gatsby.

—Increíbles tragedias.

—Mhm pero se nota que lo tiene para parecer intelectual. —rió.— compró todo esto de una lista de cien libros que te harán parecer un culto en el tema. —Langa también rió, sentándose en el sillón que había en medio de la habitación. Reki iba a acompañarlo hasta que notó un lomo que no podía creer.— Langa, mira. —le habló para que volteara, mostrándole el libro.

—No puede ser. 

—Te apuesto a que este sí lo compró él mismo. —se sentó a su lado entre risas, pasándole el libro y así tener las manos libres para servir el vino.

—Cincuenta sombras de grey en los mismos estantes que el gran Gatsby.

—Una locura, adoro este lugar. —le pasó su copa, acercándose a él para echarle un vistazo al libro.— las páginas parecen gastadas, debió leerlo varias veces.

—Gracias a Dios no subrayó nada, no quisiera saber lo que le gustó.

Reki carcajeo, echando la cara hacia atrás.— vamos a leerlo mientras nos embriagamos.

—¿Vamos a leer porno? —preguntó incrédulo.

—¿Por qué no? a menos que quieras ir a buscar su sala sadomasoquista secreta. —bromeó.

—Prefiero leer. —le dio un sorbo al vino, tenía que prepararse para lo que venía, leer eso en voz alta sería vergonzoso. Reki estaba embobado con el movimiento de su garganta cuando Langa tomaba ese vino, era fascinante como lo hacía sentir borracho sin siquiera haber tomado aún de su copa.— "Me miro en el espejo y frunzo el ceño, frustrada. Qué asco de pelo." 

—Puedo escuchar su sufrimiento, Langa. —lo molestó con diversión.

—¿Esto en serio tiene veintiséis capítulos?

—Qué te digo, y vaya que vendió, deberíamos ver las películas juntos.

—Por favor no.

—Lo dice al que le gusta crepúsculo.