Capítulo 8

335 47 37
                                    


Sato les había indicado que lo mejor era pedir por una aplicación, no dijo por qué, pero quedaba implícito. La noticia de que estaban trabajando juntos nuevamente todavía no veía la luz, una aparición de ellos dos, aunque sea solamente pidiendo unas hamburguesas, sería un escándalo. Se había alejado de los reflectores por cosas como esas, no entendía cómo habiendo cosas más importantes ocurriendo en el mundo la gente estaba más interesada en verlos a ellos.

Cuando bajaron del auto Sato lo tomó del brazo para decirle algo que solo los dos pudieran escuchar. — Reki ya sabes a qué dirección y nombre debes hacer el pedido, por favor no te metas en problemas. —el pelirrojo suspiró después de que lo soltó, Sato se preocupaba demasiado por lo que pudiera suceder. Okay, si estaba nervioso, pero tenía muy bien mentalizado que nada como lo de Okinawa se repetiría.

Miró a Langa mientras este bajaba del auto mirado su celular, ¿había sido buena decisión invitarlo? No pensaba que de verdad iba a aceptar, actuó por impulso. En su mente repetía las palabras de Miya, ya no era alguien especial para su ex mejor amigo, ahora solo eran viejos colegas. Sentía, muy en su interior, que en algún momento tendrían que hablar de lo sucedido, pero no creía estar listo para ese momento.

Langa guardó su celular y sus miradas se cruzaron, le sonrió sin ganas, aún absorto en sus pensamientos. Era fácil para él empezar a sobrepensar.

—¿Aquí vives ahora?

—Ajá, está alejado del centro de la ciudad, es más tranquilo. No soy muy fan de los reflectores desde hace unos años. —pudo percibir una pequeña mueca en el rostro ajeno, una de incomodidad.

—Entiendo.

Se metieron al edificio por el ascensor del estacionamiento, era un edificio de aproximadamente tres pisos y en cada uno había dos departamentos. Vivía gente que se dedicaba al arte, Reki le contaba que el dueño era un mecenas y lo había contactado después de pedirle ayuda con una recaudación de fondos, se hicieron tan amigos que le mostró el lugar y Reki quiso mudarse de inmediato. Al pelirrojo le apasionaba cualquier cosa relacionada al arte y cuando ambos entraron a su departamento, el de pelo celeste quedó maravillado. Por toda la sala había lienzos, habían cuadros colgados, estatuas,en la mesa se encontraba material para esculpir y pintar, por el piso se encontraban regadas mantas manchadas de pintura; todo era un desastre.

—Carajo, ahora que lo veo bien, de verdad es un desorden. —admitió avergonzado.

—Nunca has sido muy organizado. —Reki volteó a verlo ofendido, soltando un bufido sin creer lo que había escuchado.

—Eso no es cierto. —soltó una risita, dejando sus cosas en el sillón.

Langa lo miró divertido señalando toda la habitación como ejemplo. — ¡Bueno! Tal vez. —admitió por fin. — ponte cómodo en lo que pido las hamburguesas, la tuya con doble carne, extra tocino y sin cebolla ¿verdad?

El más alto no dijo nada por unos segundos. — sí, exacto. Y un frappé.

—A la orden.



—Okay la canción es buena, ¿pero no es muy triste? —hablaban cómodamente en su sofá, ambos tenían los pies encima del sillón mientras comían.

Langa se notó sorprendido por el cambio drástico de la conversación. — ¿no estábamos hablando de si la hamburguesa de pollo era mejor que la de carne?

—Es obvio que la de pollo. —señaló su hamburguesa y Langa rodó los ojos. — y solo pasó por mi mente.

—Sí es triste, las canciones tristes suelen tener éxito. Las personas necesitan algo que les ayude a expresar lo que tienen en el corazón y no siempre saben cómo, la música les ayuda a hacerlo. —Reki lo miraba, interesado en lo que decía, adoraba cuando langa hablaba así. — Así como yo me expreso actuando y tú pintando, la gente que ve nuestro trabajo encuentra reflejada sus emociones... es algo que me gusta de lo que hago. Miya hizo un buen trabajo.

—Aun recuerdo cuando me hiciste ver un maratón de las películas de tu abuela. —eso captó la atención de Langa. — me dijiste que no podía vivir sin haberlas visto, porque me cambiaría por completo. —rio recordando la emoción de su amigo aquella vez. — su actuación me ayudó.

—Eso es lo que quiero ser para los demás, quiero ser un gran actor que haga emocionarse así a las personas. Que se les ponga la piel chinita y digan wow, no parece estar actuando.

Reki lo miraba fijamente, ¿hacía cuánto no hablaban así? Los ojos de Langa brillaban cuando hablaba de sus sueños. — eres increíble. —su corazón latía tan rápido que se sentía agitado, tenerlo frente a él otra vez, sentirse íntimos, como si nunca se hubieran distanciado. Sus miradas se encontraron y ese fue el fin. Era tan fácil perderse en esos ojos, tan encantadores y hermosos que cualquiera que lo mirara por más de unos segundos caería rendido, y ay. Ay.

Como lo miraba Langa... necesitaba voltear a otro lado, sus mejillas ya estaban rojas.

—¿Por qué dejaste de hablarme?

—¿Qué? —eso lo sacó de su trance. Langa dejó la envoltura de su hamburguesa en la mesita frente a ellos.

—Olvídalo. —notó que sus mejillas se pusieron rojas. — ¿dónde está el baño?

—Al lado de la primera habitación, es una puerta café. —Langa solo asintió y se fue, dejando a Reki muy confundido. No podía hablar de eso, ¿cómo podría? No tenía ninguna respuesta coherente. "Perdón Langa lo hice por tu bien, firmé un contrato de confidencialidad para que no tuvieras problemas con lo que pasó, me encargué de todo, fingí una relación, corté lazos, todo lo necesario para que no te vincularan conmigo y tu imagen quedara limpia. Ya sé que suena estúpido y que debí consultarlo contigo antes de tomar una decisión tan precipitada, ya se, me llevo arrepintiendo siete años de haber firmado; lo bueno es que ya podemos hablarnos otra vez." sonaba como un idiota.

Dejó su hamburguesa, se le había quitado el hambre. No podían ignorar el tema para siempre, pero él quería enterrarlo. Lo que le hizo a Langa no tenía justificación. Lo hizo para protegerlo, ¿pero a qué costo?

Cuando el susodicho regresó, parecía haberse mojado la cara, hasta algunos cabellos de su flequillo estaban húmedos. — bueno, empecemos con lo que venía a hacer.

Reki asintió, tomando de su malteada para tratar de calmarse. — así que, ¿cómo hiciste para crear un perfil de personaje tan complejo?

—No es complejo, en realidad no pude hacer mucho con tan poca información. —el pelirrojo lo miró incrédulo, no sabía si estaba siendo modesto o genuinamente no sabía que lo que había hecho era genial.

—¿A primera vista que me dices de Haru?

—Creo que es un idiota. Pudieron haber escapado juntos, no los iban a seguir y si lo hacían podían seguir escapando juntos, actuó por impulso y tomó una decisión por los dos, entonces creo que es un idiota.

Auch.

—Creo que lo hizo por amor. El amor puede hacer que hagas cosas estúpidas como esas. —ambos volvieron a mirarse, no sabría describir la mirada de Langa, era como una mezcla de confusión y enojo, aunque no sabría decirlo. Oh, pero notó lo que no muchos lograrían, un destello de algo más.

—Lastimó a alguien que amaba, lo hizo ver como le arrebataban a su compañero de aventuras, a su primer amor...

Había algo en las palabras de Langa que lo hacían sentir que ya no estaban hablando de los personajes. Cuando estaba a punto de responderle su teléfono sonó, iba a ignorarlo, pero vio de quien era la llamada. — disculpa, no tardo.

Se levantó para ir al balcón enfrente de ellos a responder la llamada, cerrando la puerta de vidrio para tener privacidad. — Joe, espero que sea importante.



La verdad no esperaba seguir actualizando, pero después de leer comentarios y darle una releida, me acordé de lo divertido que era. No planeo actualizar diario, pero quiza sí una vez al mes. Muchas gracias por seguir leyendoo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

What could have been - rengaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora