Prólogo

49 1 0
                                    

Te veo todos los días al salir de tu escuela, estás a pocos metros de la mía, por suerte ambos tenemos los mismos horarios y gracias a eso puedo estar cada vez más pendiente de ti.

Las pocas veces que viajo en autobús puede que en algunas ocasiones te sientes a mi lado en la parada, no sé si lo notas, pero se me erizan los vellos del brazo cada vez que te toco sin querer hacerlo a propósito.

No te conozco del todo pero aún así sé que eres el amor de mi vida. Y si me equivoco, serás la única mujer que marcó mi juventud. Sería difícil olvidarte si es que me rechazaras, nadie será como tú. Tú eres simpática, eres alegre o lo supongo porque muchas veces te he visto con una sonrisa, eres amigable, por lo que he visto tienes muchos amigos y eres cariñosa con ellos, eres amorosa y lo demuestras, cosa que no todas hacen últimamente por vergüenza o por no tener que recibir ese estúpido comentario del cambio de sexualidad... eres graciosa, y por sobre todo, eres hermosa... pero no estás a mi nivel...

El sol estaría en la noche y la luna en el día cundo nosotros dos estemos juntos.

No es que yo no quiera, sino que no se puede. Estás marcada, ya tienes el nombre escrito de otro chico en tu corazón y no sé qué hacer para poder hacerte cambiar de opinión. Dudo que me conozcas, así que los cambios que haría con respecto a ustedes son menores, o ni siquiera notables.

Debo ser un desconocido más de tu lista de chicos, pero quisiera que sepas que en mi lista de mujeres eres la primera y la única que está anotada. Por eso es que quiero mandarte estas notas en la noche, anónimamente y a tu nombre, en el buzón que hay en tu colegio para que al otro día te lo entreguen o quizá lo lleven a tu casa. No te diré quién soy, tampoco creo que lo descubras... pero si es que logro enamorarte, quisiera hacerlo por lo que hay dentro de mí, y no lo que hay fuera.

PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora