Shu Sakamaki (2/3).

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|Ella nos unió.|

● Pareja: Shu y tu.
● Personaje: Asami.
● Anime/manga/otome: Diabolik Lovers-More Blood.

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No recordaba mucho de su infancia, era como si hubiera un escenario borroso donde no escuchaba absolutamente nada.

Hasta que una mano pálida y fría se estiro hacia ella, no recordaba bien su rostro pero sí recordaba que era un hombre y él le dijo que la ayudaría a que su hermana respire.

Su hermana, una bebé que pesaba mucho y su piel estaba fría, pero ella pensaba que solo era porque no tenían ropa abrigada y estaban viviendo en un callejón oscuro.

Después recordaba caminar descalza mientras su mano era sostenida por esa mano fría, hasta que ese hombre de rostro borroso con pelo verdoso le entregó a su hermana y ahora sí era cálida a pesar de no tener ropa abrigada.

El hombre se había quedado delante suyo unos segundos hasta que le puso encima de sus hombros su chaqueta cubriendo su cuerpo y el de su hermana, después de tocar una puerta desapareció y su primer recuerdo fue el rostro de Seiji Komori, quien las adoptó como sus hijas.

Desde allí comenzó a tener más recuerdos dejando en el olvido ese momento con el hombre de rostro borroso.

Su infancia fue normal, estudiaba en casa, no tenía madre pero tenía a las monjas, un padre amable que era algo estricto. Pero tenía un techo, comida, un lugar cálido, ropa y a su hermana menor.

Quien era mucho más amable, respetuosa y sumisa que ella.

No decía que era una adolescente rebelde que ocasionaba problemas pero no le gustaba estar siempre encerrada, sin poder vivir su vida y siguiendo las órdenes de su padre, quien era algo machista al igual que las monjas.

Pero solo por desear algo de libertad y tener una vida normal como otras adolescentes, fue catalogada como rebelde y maleducada.

No lo entendía y le pareció estúpido, pero decidió mantenerse callada porque ese sitio era lo único que tenía y tan solo tenía 14 años en ese entonces.

Decidió comportarse como ellos esperaban y en secreto aprendía a defenderse gracias a un pupilo de su padre, al cual no entendía porqué sabía de artes marciales si era un servidor de Dios pero ese joven que era unos años mayor le explicó que había cosas que ella no conocía y de eso debían defenderse.
Ignorando eso prefirió indagar más tarde y seguir entrenando en secreto, hasta que un día el joven se despidió de ella diciendo que debía irse de viaje, fue triste ya que lo apreciaba por ser su maestro pero lo aceptó.

Siguió viviendo hasta que cumplió los 17 años y notaba a las monjas más extrañas, sobre todo a aquellas que la cuidaron desde pequeña, una de ellas había dejado una nota en uno de sus libros favoritos.

Donde le decía que fuera en cierta hora y a cierto lugar sin ser notada.

Allí descubrió el secreto de su padre, un hombre que fingía amabilidad y amor por ambas solo para entregarlas a unos vampiros, venderlas como si fueran yeguas de cría, un ganado que no servía nada más que para servir.

Sin ser notada volvió a su habitación sintiendo que todo el rompecabezas fue armado, los vampiros existían, en esa iglesia habían cazadores y ellos estaban a disposición de esa raza sobrenatural, y ellas...ellas solo fueron aceptadas para ser vendidas.

Decidió huir, decidió llevarse a su hermana así que una noche le quiso explicar lo que escuchó pero su padre la descubrió. Estuvo por gritar la verdad hasta que esa mujer adulta, esa amable anciana, la monja que las cuidó desde pequeñas apareció tras su padre seguida de otra monja más joven.

|||𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.|||²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora