|||𝐎𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.|||²

Lucas.

|Pérdida saldada.|

● Pareja: Lucas y tu.
● Personaje: Sila.
● Manhwa/novela: Princesa Encantadora-WMMAP.

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El poderoso mago de la torre.

El mago prodigio del imperio.

Aquel que nadie lograría atravesar las barreras de hielo que rodeaban su corazón.

El mago que salvó a la princesa imperial de una grave enfermedad, el "joven" mago que se convirtió en el mago Real en tan poco tiempo.

Su título y nombre eran sinónimos de respeto y admiración por toda la sociedad imperial.

Se dice que los magos de la torre congelan sus corazones para no dejar que sus sentimientos interfieran con sus deberes.

Esa princesa de cabello rubio pálido que salvó miles de veces, incluso en su vida pasada, logró atravesar las barreras de hielo en su corazón.

Pero Athanasia no fue la primer mujer que logró atravesar esas barreras.

Hace siglos, cuando era tan solo un niño conoció a su maestro. Aquella persona que lo consideró su familia, aquel que le dio un nombre.

Y luego la conoció a ella.

Ella tenía un cuerpo débil, su maestro siempre la iba a ver y a tratar de curar.

Pero extrañamente no había nada que sanará su cuerpo.

Ella pertenecía a la nobleza y él era un ex noble que se convirtió en plebeyo.

Tan cliché.

Su nombre era Sila.

Su maestro siempre iba a la mansión de Sila a verla y él obviamente iba con su maestro, luego de meses ella se animó a hablarle y lo elogió por sus ojos.

'-tus ojos son hermosos, me recuerdan al atardecer'.

Fue algo extraño, pero por algún motivo se sintió bien.

Ella era la primer persona que lo elogiaba por su aspecto y no por su poder.

Y con el tiempo aprendió que ella tenía el extraño hábito de elogiar a las personas que conocía.

Al poco tiempo sus visitas se hicieron frecuentes y él mismo empezó a tratar de curarla, pero el ir a curarla solo era una excusa para verla.

Cuando la familia de su maestro murió y él se suicidó había caído en depresión, su corazón nuevamente se estaba congelando pero ella apareció tras suyo cubriéndolo con una sombrilla.

Había pasado tanto tiempo mirando la tumba de su maestro que ni siquiera se dio cuenta del terrible clima que azotaba la ciudad imperial.

Ella estaba con un vestido negro y su largo cabello suelto, por más débil que fuera sus mejillas siempre estaban sonrojadas y sus manos eran tan cálidas que al sostenerlas te brindaba una sensación de confort y paz...como si estuvieras en un hogar cálido y lleno de amor.

Sila tomó su mano fría y le sonrió con suavidad, él sintió el hechizo en su corazón removerse nuevamente y se aferró a esa joven a su lado.

Se aferró a una existencia que no duraría por mucho tiempo.

Las cadenas que apresaban su corazón se hicieron cenizas, esa joven de cuerpo frágil y vida miserable tenía el corazón del mago más poderoso en sus cálidas manos.