● Pareja: Carsein y tu. ● Personaje: Keira la Monique. ● Manhwa/novela: La emperatriz abandonada.
🥀Este one-shot es un capítulo especial de mi fic "Guardián del destino", lo que ocurra en este capítulo no tendrá ninguna relación con la trama del fic.
_________ 🥀 _________
El sonido de las espadas chocar se escuchaba en los desolados, por el momento, campos de entrenamiento.
Dos personas chocaban sus espadas con fuerza y sin rendirse en dejarse vencer por el otro.
Uno tenía un uniforme rojo y el otro azul.
El segundo heredero de la familia Rass, Carsein de Rass. Y la segunda heredera de la familia Monique, Keira la Monique.
El dúo rebelde del imperio Castina, los dos prodigios en el arte de la espada y mejores amigos desde la infancia.
-eso era mío!.
-no tenía tu nombre cabeza de anciana!.
-acabaré contigo tomate!.
Aunque eso no quería decir que su relación fuera pacífica.
Los dos eran caracterizados por ser rebeldes en su infancia y siempre escaparse de sus estudios, como también eran caracterizados por su personalidad explosiva y enérgica.
Aunque en Keira era rara la vez que se la veía tan enérgica, pero cuando estaba con Carsein olvidaba toda paciencia y dejaba salir sus miles de demonios internos.
Las horas fueron pasando y los caballeros ya estaban formados a su alrededor o sentados comiendo algo mientras miraban el espectáculo que daban esos dos.
-esos dos no cambian.
-cierto, siguen iguales que en su infancia.
Siguieron cuchicheando mientras comían palomitas de maíz.
-oh~.
Todos los caballeros, excepto los dos rebeldes, se quedaron tiesos y se levantaron de golpe al escuchar la voz del duque de Rass.
-vaya así que volvieron a pelear -una marca de enojo surgió en la frente del pelirrojo haciendo temer a su escuadrón.
-...tú hijo es un problema -el Marqués caminó hacia el duque viendo la pelea física y verbal de su hija y el hijo del duque.
-qué?!, Keira tampoco es una santa -chillo indignado al ver el rostro apacible de Keiran.
Por más líos que hiciera, Keiran siempre iba a salir a favor de su pequeña hija.
El pelirrojo mayor siguió gritándole al albino que lo ignoraba viendo a su pequeña hija. De la misma forma que el pelirrojo menor de ojos celestes le gritaba a la albina oji azul, pero ella sí le devolvía los gritos.
Herencia.
Era hereditario, de eso no había dudas. Los hijos eran idénticos a sus padres.
Pero Keira por más parecido que tenga con Keiran tenía el endemoniado carácter de Jeremiah.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
