𝕭𝖔𝖗𝖚𝖙𝖔: 𝕰𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔 𝖉𝖊 𝖑𝖔𝖘 𝖔𝖏𝖔𝖘 𝖆𝖟𝖚𝖑𝖊𝖘

Capitulo 7

—Lo bueno de esta casa del té es que a estas horas casi no hay nadie —Boruto explica —Por eso comeremos ahí

—¿Qué es una casa del té? —Naruto pregunta dudoso, solo sabe que existen los restaurantes y los puestos de comida

—Es un local donde se toma té junto a otros dulces

—¿Ya has comido aquí? —Boruto dejaba a Naruto en el suelo, ya lo había cargado lo suficiente

—Sí. —Boruto responde —Pase de casualidad por aquí y me gusto el lugar —Boruto se sincera —, no tiene comida picante, pero sí muy buenos dulces

—Oh —Una voz acentuada sale del interior de la casa del té —, eres tú

—Naruto, te presento a Shinko —Boruto los presentaba. Naruto observaba a la chica con curiosidad —, es la trabajadora principal de esta casa del té, Shinko, él es Naruto, es...

—¡No digas nada! —Shinko detiene a Boruto —Ya sé quién es

—¿No te molesta atendernos? —Boruto pregunta inseguro, la verdad que Naruto venga a este tipo de lugares no es bien visto

—Para nada —Shinko responde débilmente, si algo le enseño al mundo es a no juzgar, y no ha juzgado desde el incidente de Tenma —, adelante

—Gracias —Boruto y Naruto se sentaban

—Té servido —Shinko dejaba dos tazas de té en el banco

—Dangos de acompañante por favor

—Vuelvo enseguida —Shinko abrazaba la bandeja donde había traidor las tazas de té

—¿Cómo está el té?

—Es diferente al Ramen

—Sí, creo que eso es obvio

[...]

—Ha pasado tiempo, ¿huh? —Izumi dijo, su cabeza colgando.

Itachi caminando junto a Izumi. Se había unido al ANBU sin incidentes, y terminó su informe a Danzo. Se había encontrado con Izumi, camino a su casa de una misión. Sin que ninguno de los dos invitara al otro, naturalmente sin decirse nada se dirigieron a la casa del té donde solían pasar el rato tiempo atrás.

—Lo siento por esa vez.

—¿Esa vez? —Itachi preguntó en respuesta.

Izumi lo miró por encima del hombro

—Sabes, en la tienda de té de la villa.

Él recordó. Izumi se disculpaba por enojarse y salir volando de la tienda. En realidad no habían hablado, solo ellos dos, desde entonces. Todo tipo de cosas habían sucedido en los días intermedios y, sinceramente, Itachi no había tenido tiempo de pensar en ello.

Entonces, se había olvidado por completo del incidente en la tienda de té hasta ese mismo minuto. Para empezar, sin embargo, incluso si se estaba disculpando ahora, Itachi no había estado enojado en absoluto en ese momento, por lo que no era que tuviera algo por qué perdonarla.

—Yo soy el que debería disculparse. —Dijo Itachi.

—¿Por qué tendrías que disculparte, Itachi?

—No pensé que te estuviera molestando tanto.

—¡Jaja! —Izumi volvió a mirar hacia adelante para ver la casa del té

—¿Qué?

—Estaba pensando que eres tan como tú. —Dijo con una voz brillante, aparentemente de mejor humor ahora. Sus sentimientos cambiaron tan abruptamente que Itachi no pudo seguir el ritmo y se avergonzó un poco, eso sí, lo oculto muy bien, pues Izumi no lo noto.