Animado one shots | +18

|Levi Ackerman|

Ir en la universidad es problemático de por si, ahora imagínate tener que lidiar todos los días con un acosador y un profesor que te hace la vida imposible, pues ese es mi caso con Jean Kirstein y Levi Ackerman.

Jean Kirstein desde que Mikasa lo rechazó está detrás de mi como perro sin correa, es jodidamente molesto, me espera después de clases, me compra cosas que ni siquiera le pido, y aunque está con otras mujeres parece que tiene una obsesión conmigo o algo así.

Levi Ackerman mi profesor de física, jodidamente guapo pero estúpidamente molesto, es un dolor de cabeza, cualquiera pensaría que tiene algo contra mi, por que cada que me ve pasar es un castigo asegurado, que por cierto se saca de las pelotas.

De hecho voy en camino a su oficina por otro de sus castigos, regularmente me pone a limpiar toda su oficina y hasta que no vea ni un rastro de polvo me deja salir, vengo preparada psicológicamente para no salir temprano hoy, tampoco me molesta, es viernes y no tengo nada que hacer, así que puedo entretenerme con esto por lo menos.

Llegué a su oficina y casi inmediatamente después de tocar el abrió la puerta.

- Hasta que llegas, cuantas veces te he dicho que no me gusta que me hagan esperar - dijo con su mirada seria como siempre, este tipo parecía un retrato andante, siempre con su semblante serio y de autoridad- 

- Perdón, salí tarde de mi última clase - dije sin voltear a verlo-

- Estás mintiendo. -dijo con una afirmación-

- ¿Por qué lo estaría haciendo? - pregunté-

- No me viste a los ojos cuando lo dijiste - siguió alegando-

- Salí tarde de mi última clase, ¿Feliz? - dije viéndolo a los ojos-

- Entra, vas a limpiar todo - dijo serio y pasando a su oficina-

Lo seguí y me dirigí a donde regularmente tenía los productos de limpieza, me sabía de memoria su oficina por los tantos castigos que tuve que pasar en ésta.

Bufé y procedí a ponerme los guantes de látex tomando a la vez un trapo húmedo, proseguí a limpiar el estante donde estaban todos sus libros, todos tenían un aspecto viejo pero todos estaban en un buen estado.

- Te faltó arriba - me señaló la parte más alta del estante-

- Lo siento pero no alcanzo a limpiar ahí - dije y seguí limpiando la parte media del estante-

- Súbete a una silla y limpia - dijo serio-

Volteé a mirarlo incrédula pero al ver su cara seria supe que no era una broma, me acerqué a su escritorio y tomé una de las sillas frente a el para después juntarla al estante y subir, estaba limpiando pero me sentía inquieta, sentía su mirada clavada en mi, había limpiado muchas veces su oficina con él adentro pero nunca me había sentido tan observada, mal momento para traer la falda escolar.

Todo iba bien hasta que pisé un punto inestable de la silla y está se desbalanceó haciendo que cayera, cerré los ojos esperando el golpe pero este nunca llegó, al contrario sentí unos grandes brazos rodeándome en la cintura y parte baja de mis muslos, abrí los ojos y vi muy de cerca a mi profesor, nuestras respiraciones se mezclaban y estaba con la boca entre abierta. Jamás había puesto tanta atención a su cara hasta hoy, tenía unos hermosos ojos rasgados color gris carbón y su nariz parecía tallada por los mismos dioses, sus labios color durazno estaban perfectos, por un momento me olvidé que éramos estudiante y alumna y quise besarlo, de verdad, pero la cordura volvió a mi y me alejé.

Me quiso bajar pero en el intento tocó una zona muy cerca de mis pechos, solté un pequeño gemido por su acción que obviamente fue accidental, el lo notó y enseguida me bajo bruscamente y yo me sostuve de el tratando de buscar equilibrio.