|Sasuke Uchiha|

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Conozco a Sasuke desde que éramos niños, los dos éramos unos prodigios en la academia, incluso cuando nos tocaron diferentes equipos nunca dejamos de hablar, las niñas de la academia y de mi equipo tenían algo contra mi justo por esa razón, ya que era la única niña que tenía una "amistad" con Sasuke, eso las ponía mal. Pero todo cambió cuando se fue de la aldea y lo volví a ver tiempo después, tenía un aura diferente e inclusive se veía más psicópata, me dio miedo por un tiempo o en el lapso de la cuarta guerra, pero aún así seguía siendo mi amigo.

Después de la guerra muchos no lo aceptaban devuelta por todo lo que anteriormente hizo, por eso las veces que venía a la aldea solo estaba con Naruto o conmigo, somos las únicas personas con las que tiene una conversación estable y para nada cortante. Todos esos momentos hicieron que me enamorara de el lentamente, me odiaba por eso, odiaba no poder hablar con el como antes sin ponerme nerviosa, pero fui muy cobarde y decidí alejarme de el por un tiempo, sé que no es la decisión más adecuada pero no tengo el valor de acercarme a el, por lo menos no ahora.

Lavaba mis platos mientras pensaba todo esto, hace días no salgo por temor de encontrarme con el ya que se quedaría unos meses en la aldea, tocaron la puerta y me quité rápidamente los guantes de látex con los que lavaba, me dirigí a la puerta y al abrirla me encontré con Naruto y su típica sonrisa de oreja a oreja.

- ___ por fin te vemos - dijo entrando a la casa-

- ¿Vemos? - pregunté confundida-

- Si, vemos. - respondió fríamente otra voz a mis espaldas-

No era tonta sabía perfectamente que la voz era del Uchiha que tanto quería evitar, los dos se dirigieron al sofá y se sentaron como si fuera su casa, digo no me molestaría normalmente pero es el caso que quiero evitar a Sasuke y viene a plantarse en mi sala como si nada. Les dirigí una mirada esperando respuestas del por que estaban aquí.

- Solo pasábamos a verte - dijo Naruto sonriente-

No dije nada más y me dirigí de nuevo a la cocina para guardar los platos recién limpios, cuando regresé no vi a Naruto por ninguna parte, no pudo irse tan rápido, ¿O si?, y aún peor había dejado a Sasuke ahí sentado como si de su perro se tratase.

- ¿Y Naruto? - pregunté agarrando valor-

- Salió de emergencia. - respondió igual de frío-

- Tengo que entrenar, te veo luego - dije saliendo rápidamente de ahí-

Salí de casa dirigiéndome hacía el bosque, no pensaba entrenar hoy pero cualquier cosa era buena excusa para salir de ahí, me sentía frustrada por no poder estar con Sasuke a solas, pero se que el algún punto no podría resistirme y le diría todo lo que siento por el, no me iba a arriesgar sabiendo que probablemente me rechazaría, soy su mejor amiga y se quedará siempre en eso.

                                                                           (...)

Estaba en un árbol leyendo tranquilamente, no noté cuando empezó a llover hasta muy tarde, me maldije internamente por no traer algo para abrigarme y me dirigí de nuevo a casa, era de noche y conozco a Sasuke lo suficiente para saber que no duró en mi casa ni 5 minutos después de que me fui, entré por la ventana de mi habitación para evitar todo el largo camino desde la entrada, me sentía bastante sucia por el lodo y la lluvia, así que comencé a quitarme la ropa mientras me dirigía al baño, cuando entré me aseguré de abrir la llave de agua caliente y me senté en un pequeño banco a esperar a que el agua calentara.

Escuche sonidos en el tejado pero no le di importancia, mi casa quedaba relativamente cerca del bosque así que no se me hacía raro ver de vez en cuando ardillas o algún pájaro en el techo, cuando sentí que el agua estaba lo suficientemente caliente decidí meterme, poco a poco el agua me fue cubriendo y el vapor no me dejaba ver el resto de la habitación, empecé a lavarme el cabello, el jabón me impedía abrir los ojos, estaba totalmente concentrada en lavarme mi cabello hasta que sentí un gran empujón que provocó chocarme con la pared, antes de poder hacer algo el contrario se pegó a mi impidiéndome moverme, entre más lo intentaba más fuerte me empujaba a la pared, en cuanto intenté decirle algo rápidamente una mano rodeó mi boca impidiéndome también hablar. Comencé a desesperarme y moví mis caderas tratando de lastimarlo pero solo logré escuchar un gruñido de su parte, entre que no veía nada por el jabón en mis ojos, y que estaba totalmente inmovilizada, poco a poco me rendí y dejé de forcejear.

Animado one shots | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora