Un vistazo al cartel fue suficiente para llenarse de sentimientos ya olvidados. "Bienvenido a Cueva" rezaban las letras blancas, borrosas, pero aún legibles sobre el metal oxidado. ¿Habrá estado siempre así de corroído? Se preguntó Tomas, pero no lo podía recordar. Mientras dejaba atrás el cartel intentaba acordarse de como se veía su ciudad natal, donde creció, se enamoró, formó una familia; y dónde lo perdió todo. Ya habían pasado tres años desde que se marchó después de aquel incidente.
La máscara anti radiactividad le impedía parcialmente la entrada del sonido. No podía escuchar ni el susurro del viento deslizándose entre los pinos soldados que rodeaban la carretera, solo los pasos de sus botas contra el asfalto. También llegaba a sus oídos la estática de la radio, pero estaba tan acostumbrado a ese ruido que ya era imperceptible. Era una vieja radio de onda corta la que tenía en la mano, pero aún funcionaba a la perfección. Si Tom caminaba al sol no era del todo por el frío, a pesar de los ocho grados celsius en ese momento; así lo hacía porque necesitaba que la luz solar entrara en los paneles del aparato para que no se descargara mientras estaba encendido. Cada una hora cambiaba de frecuencia, buscando alguna transmisión, alguna esperanza de encontrar una persona viva y no solo cadáveres por todas partes. Pero habían pasado ya siete meses desde que recibió algo en la radio, y al menos dieciséis del último contacto con otro ser humano, así que sus esperanzas se estaban desvaneciendo.
Llegó a la ciudad tras una caminata de doce kilómetros, después de quedarse el auto sin combustible. En todo el camino el dosímetro solo marcó un nivel elevado de radiactividad al caminar junto a un ciervo en estado de descomposición a la orilla de la carretera. Tosió, como de costumbre, sin separar los labios para que no saliera la sangre que se tragaría de vuelta. Cada vez tosía con más frecuencia, sospechaba de algún cáncer avanzado, producto a la radiación claro estaba. Quizá un año de vida como mucho -pensó sin preocuparse demasiado por eso- Si tengo suerte será menos tiempo.
Estaba exhausto, no podía ser de otra manera con toda la carga que traía encima; el traje de demron gris estaba un poco grande para su comodidad, pero era lo mejor que había encontrado; llevaba botas negras de cuero a la altura de las pantorrillas; amarrado y enfundado en el muslo izquierdo un cuchillo de caza de treinta centímetros; en sus manos, guantes ajustados de polímero plástico; la careta era casi perfecta, casi: porque con cada exhalación se empañaba totalmente el vidrio dificultando la visión; al hombro derecho tenía la correa que sostenía su último hallazgo, un rifle ruso calibre 22, Baikal MP 513 M, era el único modelo de arma de fuego que quedaba en la armería a la que había entrado, pero estaba encantado con ella. La mochila militar era lo peor: estaba hasta el tope, atestada de todo lo que creía necesario. Bien sabía que de tener una mochila más grande igual iba a estar llena.
Cueva lucía como las demás ciudades, totalmente abandonada si se ignoraran los cadáveres por doquier. Autos aún con sus dueños dentro, dueños que llevaban años sin moverse. Las lecturas en el dosímetro estaban bastante bajas, lo más bajo que había visto en mucho tiempo. Un cosquilleo le recorrió el cuerpo al pensar que por fin iba a salir del traje en el que vivía, diría que unas tres semanas llevaba sin sacárselo completamente. Solo se quitaba la máscara para comer o tomar agua y casi nunca más de cinco minutos.
Caminó a paso lento por la Calle Bandera, como quien disfrutara el paseo. Desde los 19 años esa era su calle favorita, ahí conoció a Alison "por accidente" después de tropezar con ella "por accidente" y luego de haberla perseguido por tres cuadras. Esa hazaña no se la contó ni siquiera cuando se casaron. No pudo evitar pensar que si aún estuviera viva cumplirían quince años de matrimonio. Pero como siempre, era demasiado doloroso recordarla, por lo que trató de despejar la mente y se centró en buscar un refugio para protegerse de la noche; lo necesitaría pronto.
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Estática
Misteri / ThrillerTres años después del apocalipsis, Tomas regresa a su cuidad natal en busca de sobrevivientes; pero Cueva no es lo que esperaba. Al recibir una trasmisión de radio y establecer contacto con otras personas, comienza su única misión: encontrarse con e...