Esta es una traducción del libro de Michael Moynihan y Didrik Søderlind.
"En europa, el Heavy Metal siempre ha mantenido un cierto nivel de popularidad. A pesar de su estatus de paria a los ojos del público. En el extremo norte de ese continente, la...
A PESAR DE UN CRECIENTE RESPLANDOR DE LA ATENCIÓN DE LOS MEDIOS de comunicación —y parcialmente debido a eso— el Black Metal noruego se había distinguido como su propio género. Definido en ese tiempo por una forma extrema de la adoración al diablo que exigía niveles crecientes de "mal" de sus adherentes, la escena había diseñado un destino sombrío para sí mismo que se cumpliría con cuotas de fuego y sangre.
Junto con Aarseth y Vikernes, otros también violentamente dejaron su huella en la escena. Uno de los más importantes entre ellos es Bãrd Eithun. Conocido entre los camaradas como "Faust". Su iniciación en el Black Metal fue similar a muchos otros que buscaban recompensas cada vez más intensas de la música que escuchaban. Un baterista experimentado y talentoso, Bãrd estaba entusiasmado cuando descubrió la extremidad de Mayhem, y a su vez fue acogido rápidamente en el centro de la escena.
BÃRD EITHUN
¿CÓMO TE INVOLUCRASTE ORIGINALMENTE EN EL BLACK METAL?
Crecí en Kvikne, un pequeño pueblo en el centro de Noruega en el valle de Osterdalen, y viví allí hasta que tenía 15 o 16 años. Luego me mudé a Lillehammer y viví allí dos años, y luego mi último año fuera viví en Oslo. Trabajé en la tienda con Aarseth, y la última mitad de este año incluso tenía un apartamento en el edificio donde estaba la tienda y vivía allí. Recuerdo que las primeras bandas a los que escribía eran Mayhem, Aggressor de Francia, y una banda noruega, Imposter. Cuando le escribí a Mayhem me puse en contacto con Aarseth y empecé a mandarme correspondencia con él. Eso fue en el 87, y fue cuando mi contacto con la escena del Black Metal underground comenzó. Hasta ese momento había estado escuchando a bandas como Voivod, Venom, Metallica, etc., pero fue cuando escribí a Aarseth que me involucré por primera vez en la escena underground. A partir de ese momento me convertí en parte de la escena, porque empecé a conocer a diferentes personas -escribía muchas cartas, tenía revistas, y toda esa mierda.
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¿HUBO MUCHA GENTE INVOLUCRADA DIRECTAMENTE EN LA ESCENA?
Siempre había gente que quería pasar el rato y estar dentro de la tienda alrededor de Mayhem y las bandas. Eran estas personas las que no le gustaban a Øystein y después de que fue asesinado comenzaron a hablar de cómo eran las grandes personas que conocían a Euronymous en ese entonces, diciendo cosas como, "yo y Aarseth estábamos haciendo cosas juntos en ese entonces, él me quería y le gustaba mi banda" y todo esto. Eso es lo que esperaba cuando fue asesinado —todas las personas que no eran del agrado de Aarseth empezarían a hablar así. Ahora hay cien personas en Oslo diciendo lo genial que era ser amigo de Aarseth cuando tal vez ocho de ellos eran personas que le gustaban.
EL ASESINATO DEL HOMOSEXUAL
Además de tocar en las bandas Stigma Diabolicum, Thorns, y Emperor, Eithun estuvo involucrado en la escena de otras maneras. Publicó su fanzine Orcustus, que se corresponde y entrevista a cualquier persona de importancia en el Black Metal noruego. La fusión de su bien establecida obsesión con el asesinato y la violencia, y la creciente atmósfera de empujar el comportamiento a los límites en la escena del Black Metal, acelerado por las primeras quemas de iglesias en mayo y junio, todos parecen haber contribuido al estado de ánimo de Eithun que le llevó a cometer el frío asesinato sangriento. Ihsahn, vocalista y guitarrista de Emperor, comenta acerca de su ex compañero de banda, "[Bãrd] había estado muy fascinado por los asesinos en serie durante mucho tiempo y supongo que quería saber lo que era matar a una persona, a otro ser humano. Creo que esa fue básicamente la razón por la que hizo eso". Visitando a su familia en Lillehammer en agosto del 92, Bãrd fue caminando tarde por la noche a un bar y tomó un vaso de cerveza. El ambiente en el bar no le convenía, y decidió volver a casa. Vagó por el parque cercano que había sido creado para los juegos olímpicos de invierno. Llevaba un cuchillo con él, porque como una vez explicó en una entrevista, "vivía en Oslo, por lo que era natural para mí llevar un cuchillo. No considero que sea un arma, es más como un seguro en caso de que suceda algo inesperado. Es mejor tener un cuchillo para tenerlo en caso de necesitarlo. La cosa extraña sobre [la noche del asesinato] es que no lo necesitaba, pero alguien fue asesinado de todos modos, bastante increíble." Eithun no estaba embriagado ni bajo la influencia de ninguna droga. En cierto momento de su último paseo se encontró con otro hombre que se le acercó. Después de unos momentos de interacción, se hizo evidente que ambos estaban en una racha muy diferente, y cada uno pronto encontraría destinos radicalmente divergentes como resultado.
