-Buenos días, Princesa Li Dan.- saludan la Maestra Henma, Yui y Kei despertando a Danna. Aunque en la intimidad Kei hablaba de manera informal con Danna, ante otras personas, menos Yui, debía tratarla con los honoríficos que merecía una Princesa Imperial. Cada mañana, acudían a sus aposentos para despertarla, y mientras Henma y Yui la ayudaban a prepararse, Kei vigilaba los pasillos.
-Señor Shin Kei. -lo llama la Maestra Henma.- Su Alteza desea hablar con usted.
-¿Conmigo? Ahora entro.
Sorprendido por que Danna lo llamara a entrar tan temprano, abre las puertas y después de agradecer a Henma , quien iba a permanecer fuera de la estancia, entra en la habitación. Allí, Danna lo esperaba junto a Yui con ropa bastante normal comparado con los vestidos que suele llevar.
-¿Y esa ropa? -le pregunta a Yui.
-La Princesa dice que va a seguir su consejo y a salir a dar una vuelta por la capital.
-¿Vas a dejar verte? -le pregunta sonriente a lo que ella le contesta asintiendo con la cabeza.
-Ella también me ha dicho que saldrá con una única condición.
-¿Y cuál es?
- Quiere ir conmigo y con usted y a parte, quiere que usted le compre un regalo en el mercado de la capital.
-¿Un regalo? Puedes tener lo que quieras con solo pedirlo, y tienes más dinero que yo.- se queja Kei.- Vale, vale.-añade al ver que Danna cruzaba los brazos y ponía morros mosqueada.
Después de conseguir el permiso del Emperador Li , los tres se dirigen a la entrada principal del palacio que daba directamente a la calle principal de Shinkam. La gente noble iba reconociendo a la princesa y hacía una reverencia cuando ésta pasaba a su lado.
-Ahora la gente dejará de creer en el rumor de que la princesa está enferma y débil para gobernar. -le susurra Kei para que la gente no escuchara.
Las chicas se estaban divirtiendo mientras miraban tiendas de accesorios, ropa y veían algunas actuaciones callejeras, mientras Kei no dejaba de observar cualquier pista que le ayudara a regalarle algo a Danna. Entonces lo vio. En una de las paradas de accesorios para el cabello, Danna y Yui se detuvieron a observar pinzas para el cabello y uno en concreto combinaba a la perfección con la princesa. Hace ver que no lo ve y sigue a las chicas un rato hasta un puente, donde las detiene.
-Id yendo, nos vemos en el pequeño templo. Me ha parecido ver a un antiguo conocido en la tienda de atrás, así que iré a saludarlo un segundo. ¿De acuerdo?
-Kei, se supone que no debes dejar a la Princesa sola, eres su Guardia.
-No está sola, Yui. Está contigo, y la princesa aquí presente no es tan débil como parece, sabe defenderse sola.- asiente Danna afirmando lo que Kei acababa de decir.
Al cabo de un rato, las chicas habían llegado al pequeño templo y estaban observando los pequeños farolillos que la gente estaba soltando en el río agradeciendo y deseando cosas a los Dioses, cuando aparece Kei corriendo a su lado.
-Ya estoy aquí. ¿Ves como no pasaba nada?- se burla de Yui. -¿Danna?-pregunta al ver que Danna estaba ensimismada mirando los pequeños farolillos flotando en el agua.- ¿Quieres uno?- le pregunta a lo que Danna asiente feliz.
-Esto no se suele hacer en palacio. Normalmente se sueltan al aire. ¿Verdad, princesa?-le pregunta Yui.
Kei vuelve de pedir farolillos en la parada y le entrega al suyo a Danna.
-Yo de pequeño lo hacía mucho con mi madre. Tienes que escribir un agradecimiento o un deseo en este papel.-le entrega un pequeño trozo de papel con un pincel y tinta.- Lo pegas al farolillo y lo sueltas en el agua. Dicen que si tu deseo contiene la suficiente sinceridad y bondad, los Dioses lo concederán.
Danna coge inmediatamente el papel y pincel para escribir un deseo y soltarlo junto al farolillo sin quitar una enorme sonrisa en su cara.
-¿Qué has deseado?-le pregunta Kei.
Danna se gira de morros y le indica con la mano que no puede hablar levantándose del suelo y levantando los hombros en señal de lo siento.
-¿En serio? ¿De verdad vas a usar el no poder hablar para no decirme que ponía?- Danna asiente sonriendo y Kei saca de su bolsillo un objeto envuelto en un pequeño pañuelo de seda azul.- Ah bueno, iba a darte esto.- desenvuelve el pañuelo y le muestra a Danna una de las pinzas que se había probado en el mercado, era dorada y tenía flores azules y rosas de las cual colgaban pequeñas cadenas con flores de sakura al final.- Pero visto que no puedes decirme eso, me lo guardaré y ya pensaré cuando dártelo.
Danna abre los ojos como platos y alarga la mano intentando arrebatarle la pinza de la mano. Rápidamente, Kei alarga el brazo hacia arriba impidiendo que Danna lo pudiera coger ya que era más bajita que él.
-Señor, deje de burlarse de la princesa.- se ríe Yui.- Se está haciendo tarde, deberíamos ir a Palacio.
Kei guarda la pinza sacándole la lengua a Danna y los dos siguen a Yui de vuelta al palacio.
Cuando los chicos estaban llegando a la puerta principal del Palacio, Kei se detiene de golpe después de sentir la misma presencia que sintió en el lago ese día.
-¿Qué ocurre?-le pregunta Yui girándose junto a Danna para ver porqué Kei estaba parado.
-No es nada, solo que... Esperad aquí un momento. Ahora vuelvo. Debo comprobar algo. Será rápido , como antes.
Extrañadas, asienten con la cabeza y se quedan esperando a Kei . Los minutos pasan y no hay rastro de Kei. Tanto Danna como Yui empezaban a preocuparse ya que, antes de irse, la expresión en el rostro de Kei era como si hubiera visto algo que le diera rabia. Cansada de esperar, Danna da un paso hacia la dirección que Kei se había ido, pero Yui la detiene.
-Él dijo que lo esperáramos aquí. Aunque tarde de más, él vendrá aquí. - la intenta calmar, pero Danna se gira para mirar a su dama a la corte y su rostro transmitía preocupación. Des de ese accidente, era la primera vez que Danna no sabía nada de Kei y que se separaban tanto rato. De repente, una pequeña bola de luz familiar aparece en frente de Danna. Sorprendida, abre los ojos ante esa pequeña esfera que le iluminaba los ojos. Al reconocer que esa esfera de luz pertenecía a Kei, estira del brazo de Yui para indicarle que tenían que seguir a luz si querían encontrarlo.
Efectivamente, la esfera empieza a moverse rápidamente por los callejones oscuros de la capital. Las chicas corrían detrás de ésta, hasta que se detiene en un callejón sin salida.
-Aquí no hay nada, princesa. Vayámonos, este lugar no parece muy seguro.-dice Yui con miedo.
Danna niega con la cabeza y suelta la muñeca de Yui para poder acercarse más a la pequeña esfera de luz. Una vez cerca de ésta, la luz baja hasta el suelo y desaparece dentro de un pequeño objeto. Danna, al reconocer la pinza que Kei le iba a dar, se arrodilla y lo coge con delicadeza y furia en sus ojos. Aunque nadie se lo dijera, sabía que algo malo le acababa de pasar a Kei y que por eso no iba junto a ellas. La misma esfera que guió a Kei hacia Danna en el lago, la guió a ella hasta la última pista de Kei en la capital.
Después de eso, las chicas volvieron a palacio y su padre ordenó a una pequeña parte de la Guardia Imperial que buscaran a Kei por todos lados.
Los días iban pasando y la desaparición de Kei estaba provocando que Danna volviera a encerrarse de nuevo en su palacio y sólo dejaba entrar a sus damas de la corte. Los rumores que habían cesado cuando salieron por la capital, estaban volviendo a estar en boca de todos y la corte no dejaba de cuestionar la salud de la princesa. Tal y como Re quería, al dudar de la princesa, la corte se estaba poniendo de su lado.
-Su Majestad ,se que no estoy en posición de opinar sobre este asunto pero...
-¿Si lo sabes porqué hablas? -pregunta el emperador levantando la voz en la sala del trono y pegando un golpe en la mesa. - ¡La Princesa es y será la única heredera! Mañana sellaré el documento conforme ella ascenderá al trono cuando yo abdique.
-Sí, Su Majestad.
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La Voz Celestial y el Guardián de la Luz
Storie d'amoreDanna, una princesa destinada a gobernar , y Kei , un asesino y guerrero destinado a protegerla. Sus destinos fueron forjados des del momento de su nacimiento y les fueron otorgadas bendiciones de los dioses. Pero, la envidia de un joven príncipe co...