Alaia
Habíamos comprado un par de bolsas de dormir y pensábamos llevar mi cama, o al menos el colchón de esta, para poder dormir cómodos los tres, pero había un problema que había evitado evaluar estos días.
—Hay que pensar a donde irnos Alaia, sabes bien que no podemos quedarnos acá cuándo…
—Todavía no conseguiste un trabajo y tenemos más de un mes aún —le respondí—, es caro vivir fuera, de por si ya estoy gastando buena parte de mi sueldo ahora, cuándo tengas un trabajo saldremos a buscar un lugar.
—No es fácil eso…
—Si te refieres a conseguir trabajo tienes razón, si te refieres a conseguir un lugar a donde irnos es cuestión de días —le respondí—. Me voy a trabajar, no te olvides seguir buscando.
Antes de que alcanzará la puerta me alcanzó y tomó mi mano, yo volteé mi mirada y el me dio un beso en la mejilla.
—Te quiero —me susurró al oído.
El no mostraba sus nervios de manera tan obvia, intentaba confiar en que esto era lo correcto y que estaríamos bien, pero entre esto se volvía cada vez más real, podía notar como su confianza se perdía.Cuándo volví el no se encontraba, tomé una taza para hacerme algo para tomar en lo que el llegaba.
—¡Tengo un trabajo! —entró casi sonriendo, aunque al voltear lo vi que se veía agotado, aún así le sonreí. Él se sentía alegre por poder hacer su parte y yo no le quitaría eso, pues se notaba que había venido con esa actitud para animarme.
—Felicidades Alan, me alegra que lo hayas logrado —le dije levantándome para abrazarlo.
Ese fin de semana, como había prometido, salimos a buscar opciones de a donde irnos a vivir.
—Serían 200 dólares al mes, sin contar el agua, la luz y la comida —expresó haciendo cuentas sobre la opción décima que vimos.
—Demasiado —consideré, era la mejor opción en cuanto a lugar, estaba cerca de donde ambos trabajábamos y tenía más espacio que cualquiera de la otras opciones. Pero no podíamos pagarlo los dos solos manteniéndonos a los que tres, y obviamente a Lucero le tomaría varios días, quizás hasta varias semanas conseguir trabajo, por lo que no podíamos confiarnos en lo que ella pudiera ganar aún.
—Supongo que nuestra primera opción tendrá que ser nomas —indicó algo decepcionado.
—Va a ser un problema vestirnos. —expresé.
—Tendremos que acostumbrarnos, podemos buscar más opciones, pero todo apunta a que no podremos conseguir una mejor opción.
Nos miramos, pero volteamos nuevamente la mirada al frente sonrojados, mi mente estaba viendo lo que pasaría si alguno ingresaba mientras el otro se estaba vistiendo y supuse que el igual.
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El Novio de mi Mejor Amiga
Teen Fiction¿Qué es la amistad? Muchos creerán saber la respuesta pero yo no. La gente dice que uno se vuelve amigo de gente con gusto semejantes, dicen que esa es la razón por la que una amistad puede perdurar, incluso tras una discusión nuestra naturaleza har...