Capítulo 22.- Compañeras de Trabajo (258)

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Alaia

Mi trabajo era en un supermercado, encargándome de atender a los clientes, de cobrarles, una cajera básicamente.

Al llegar a mi trabajo aquel día, una mañana común casi tres semanas después de que habíamos llevado a Lucero a casa cuándo al entrar al trabajo mis amigas me interceptaron.

-Alaia, tienes que dejar a Alan pero ya -habló firme Luisa.

-O aflojar un poco para agarrarlo bien -coincidió Jeni.

-¿A qué se refieren? -pregunté confusa.

-Mira, te está engañando -mostró Luisa una foto tomada con su celular.

Ahí claramente se observaba un beso de Lucero y Alan, por el lugar y como estaban vestidos era de su cita del domingo, sonreí traviesa.

-A, eso no es engañarme...

-¡¿Cómo que no?! -gritaron espantados.

-Ella es su novia también -les respondí quitándole importancia, no me importaba esconder la verdad, después de todo, todas nuestras decisiones actuales habían sido por eso.

-¿A qué te refieres?

-¿Acaso eres su trampa o algo así?

-No, Lucero y yo somos mejores amigas, nunca nos engañaríamos. Lo que pasa es que nos enamoramos del mismo chico y bueno, decidimos compartirlo si el aceptaba -expliqué-. Así como las parejas normales acuerdan ser solo ellos 2, nosotros acordamos ser 3.

-¿Cómo es que aceptaron algo como eso?

-Tienes que contarnos con detalle como ocurrió.

-¿Cuándo empezaron a salir?

-Qué novio tan suertudo tienes.

-¿Han hecho un trío?

Y así empezó una serie de preguntas y comentarios que se extendieron por nuestro horario laboral y mucho más, cada hora que pasaba aprovechaban para avanzar en su interrogatorio.

El Novio de mi Mejor Amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora