Capítulo 5: Fiesta de Emociones

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Nils

—Le enviaré un mensaje— Isack se sentó sobre su cama al tiempo que una sonrisa juguetona se esbozaba en mis labios.

Llevábamos casi media hora deliberando en si Darya ya estaría lista para ir a la maldita fiesta o no, pero ninguno de los dos se atrevía a preguntarle hasta ahora. El resto de los chicos ya estaba listo, al igual que yo, que vestía con una camisa negra holgada, un pantalón del mismo color, unos tenis, gafas oscuras y mis anillos fundamentales. Había tomado una ducha, me había peinado el cabello de forma elaborada para cuidarlo lo más posible y me había vestido, pero después de todo, todavía no había señal alguna de Darya.

Tomé asiento en mi cama, a un lado de Carlos, quien volteó a verme mientras negaba repetidas veces con la cabeza y una sonrisa. El resto solo miraba su teléfono, lo hacían desde que se aburrieron de hablar por mucho tiempo de lo mismo.

Como buena persona que era, esperé pacientemente a que Isack terminase de regañarnos por apurarnos o porque ninguno quería hablar con Darya para preguntarle si ya estaba lista, me quedé para responder su palabrería y ahora me encontraba aquí.

—LISTO. Ya esta lista— observó su teléfono detenidamente y de un momento a otro, sonrió —Dice que nos verá en el ascensor.

La curiosidad por el motivo de su sonrisa me comió las entrañas por un momento pero me aguanté y me puse de pie, acto seguido, el resto también, llegamos hasta la puerta y salimos de la habitación.

Estaba decidido a disfrutar esta fiesta y todo lo que la misma implicara, sin detenerme a pensar en alguien más y en sus vidas o lo patéticos que eran.

Solo sería yo y mis amigos... y la mujer odiosa, cuyo nombre es Darya.

Aunque las cosas con ella no iban del todo bien y parte de mí quería aceptarla, no podía. Ella no podía entrar en mi vida o conocerme, fuera de lo que yo permitía que supiera de mí. Los recuerdos de ella y sus malditas poses para fotos me volvían malditamente loco y mandaban a bolar mi cabeza. Su actitud mandona me embelesaba en la misma cantidad que me repugnaba. Nunca había conocido a una mujer como ella, que sin duda no era de mi agrado. Intenté llevarme bien con ella porque parte de mí lo exigía, así que lo intenté con actos pequeños, pero me era casi imposible y ella solo lo volvía más difícil de lo que ya e...

—VOY A MATARTE, HIJA DE PUTA— los gitos de una mujer se escucharon por el pasillo causando que mis pensamientos se fueran al carajo. Todos empezamos a dar zancadas hasta el acensor que era de donde provenían los gritos para toparnos con una Darya alterada, enojada, no FURIOSA, que sostenía su teléfono en su oído y negaba con la cabeza mil veces. Su pecho subía y bajaba rápidamente y fué entonces cuando...

JO-DER.

Un corto vestido color verde que convianaba perfecto con el de sus ojos y cubría perfectamente a su cuerpo, los delgados tirantes se posaban sobre su clavícula de forma delicada pero me incitaba a retirarlos lentamente, guiando el recorrido hacia su escote, uno recto y sencillo pero lo que me hizo perder la cordura fue lo que evidentemente había bajo esa tela, suave, delicada y delgada. Sus pechos su marcaban a través del vestido y se abultaban sobre él, revelando el retazo de piel de su pecho, pálido con un toque de bronceado.

Mis ojos recorrieron por sí solos su cuerpo, sin tregua, la forma en que el vestido hacia notar su cintura, su vientre plano, sus anchas caderas y terminaba poco después de su entrepierna. Sus largas piernas, trabajadas y fuertes pero femeninas y jodidamente apetecibles. 

Volteé hacia el resto, que la observaba de arriba a abajo, todos de forma distinta pero quien captó mi atención fue Isack, la observaba con orgullo y deceo nivelados.

Amor de Un Viaje [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora